El dólar blue volvió a subir 10 pesos y terminó en 1385 pesos. De esta manera, la brecha cambiaria quedó nuevamente al borde del 50 por ciento. Se trata de una cifra que adelanta la desconfianza del mercado en varios frentes, incluido la idea del equipo económico de terminar con los controles cambiarios, unificar y lanzar un esquema de competencia de monedas. El gobierno intenta conseguir fondos frescos de dónde puede ante la negativa del Fondo Monetario de cerrar un nuevo acuerdo antes de fin de año. Se estaría negociando con un banco privado.

Las reservas internacionales son uno de los principales focos de preocupación para lo que queda de 2024 y posiblemente lo sea para todo el próximo año. Los pagos de deuda externa que deben realizarse en los próximos 18 meses se cuentan de a miles de millones de dólares y las reservas no alcanzan a cubrir ni de cerca el monto necesario.

El equipo económico dejó trascender que estaría en tratativas con el Banco Santander para recibir un préstamo por 1000 millones de dólares, con el objetivo de conseguir fondos frescos para cubrir vencimientos de deuda de enero. Santander sería el administrador de un vehículo especial de compra en la operación, que adoptaría la forma de un acuerdo de recompra o repo.

El gobierno intenta ocultar con  ingeniería financiera lo que en la práctica no tiene para ofrecer que son dólares en las reservas internacionales. Sin embargo, la situación se vuelve un arma de doble filo y altera los nervios del mercado. El riesgo país se mantiene en niveles cercanos a los 1600 puntos durante los últimos meses y la volatilidad con los bonos soberano en moneda extranjera va en aumento desde finales de mayo.

Uno de los puntos que agrega presiones al frente externo es el de los precios de las materias primas, que muestran una tendencia a la baja y provocan dificultades para el flujo de divisas que ingresa al mercado interno, más allá de las decisiones de los exportadores de liquidar o retener la cosecha.

El Indec publicó esta semana un informe detallando que los precios de las exportaciones argentinas cayeron casi 8 por ciento durante el primer semestre y tocaron mínimos desde 2020. De este modo, empeoraron los términos de intercambio para el comercio exterior argentino. Los precios de las importaciones también bajaron, pero en menor medida.

En detalle, se mencionó que los términos de intercambio, que evalúan la competitividad de los precios del comercio exterior, alcanzaron en el primer semestre su nivel más bajo desde la pandemia. Según el informe, el precio de los productos que Argentina vende al exterior cayeron 7,4 por ciento interanual en el segundo trimestre de 2024, mientras que entre enero y junio acumularon una contracción del 7,7 por ciento en comparación con el mismo período de 2023. De este modo, retrocedieron a mínimos desde 2020.

Volviendo a los precios de los activos bursátiles y de las cotizaciones de los dólares financieros, se registró este miércoles una disminución del 0,4 por ciento de la bolsa porteña. Al mismo tiempo, en Nueva York las acciones de la Argentina no tuvieron una tendencia definida. La petrolera YPF rebotó más de 2 por ciento, mientras que Banco Macro perdió casi 1,5.

En cuanto a los bonos soberanos en moneda extranjera, registraron subas que fueron de hasta casi 2 por ciento. De todas maneras, vienen de jornadas de fortísima volatilidad y el riesgo país se mantiene en torno de los 1600 puntos. 

Al inicio de esta semana, con la fuerte incertidumbre global, el indicador del JP Morgan llegó a ubicarse por encima de los 1700 puntos. La Argentina parece cada vez más lejos de retornar a los mercados de deuda, de poder liberar todas las regulaciones cambiarias, de unificar los tipos de cambio y mucho menos de lanzar un nuevo esquema de competencia de monedas.