La audiencia imputativa contra Leandro "Pollo" Vinardi, aliado de Ariel "Guille" Cantero y líder de la barra brava de Newell's desde la prisión, se convirtió ayer en una verdadera novela de extorsiones contra la dirigencia leprosa, en la que no faltaron amenazas y balaceras contra dirigentes del club y hasta intimidaciones personales al presidente Ignacio Astore. El médico a cargo de la institución del Parque declaró ante la justicia que debió pagar durante al menos los dos últimos años millones en efectivo, así como entregar 1.700 entradas de favor y dos docenas de camisetas por cada encuentro para lograr la tranquilidad. Relató, entre otras situaciones, que llegó a pagar dos millones de su bolsillo a los barras que estaban extorsionando a los organizadores del partido homenaje a Maximiliano “Fiera” Rodríguez, que se disputó el año pasado, y en el que apareció una polémica bandera. La banda se completa, según el fiscal Franco Carbone, con la pareja de Vinardi, Sabrina Ivana Barrias, su hijastro Emir Rodríguez y Luciano "Lucho" Gallardo, señalado como jefe de la barra brava leprosa. Todos fueron imputados ayer por extorsión como principal delito. La interna de la barra también se coló en la agenda judicial: es que entre los episodios de violencia, Carbone explicó que a comienzos de julio le dieron un disparo en la cabeza al hijastro de Gallardo y el pasado domingo un tiro en el tórax a otro hijastro de Vinardi, ambos casos en Villa Gobernador Gálvez. En esa linea el fiscal abrió la posibilidad de que la intimidación a tiros del martes en la puerta del Coloso, tenga que ver con esta situación.

Durante la audiencia, la Fiscalía imputó a los acusados por diversos actos de extorsión a la dirigencia del club, exigiendo sumas millonarias, así como por la balacera contra una dirigente. Se discutió sobre la influencia de la barra en el club, los aprietes y los pagos realizados por la dirigencia para mantener bajo control a quienes desde la tribuna buscan mantener su poder de fuego.

Se le imputó específicamente el reclamo de dinero tras el partido entre Newell’s y Godoy Cruz de Mendoza, disputado el 27 de agosto de 2022. En esa ocasión, Newell’s perdió el encuentro y, al final del partido, allegados a los imputados confrontaron a los jugadores y al cuerpo técnico en el playón del estadio, donde robaron una campera deportiva a uno de los miembros del equipo. Ante esta situación, la dirigencia del club entregó medio millón de pesos a la barra brava. La Fiscalía indicó que este tipo de pagos se convirtió en una constante después de cada partido disputado.

Esto generó que la barra brava realizara una serie de exigencias ilegítimas hacia la dirigencia, mediante actos intimidatorios llevados a cabo tanto por los imputados como por personas aún no identificadas, pero vinculadas a la barra, según informó la Fiscalía durante la audiencia.

En un momento dado, la dirigencia dejó de pagar la suma acordada, lo que llevó a Leandro "Pollo" Vinardi a realizar dos comunicaciones al respecto, según relató la Fiscalía. El 23 de septiembre y el 27 de octubre de 2022, Vinardi envió mensajes y audios al hombre de seguridad del club expresando su preocupación por la falta de pago.

El 12 de noviembre de ese año, desconocidos llegaron en un auto al Hospital Privado de Rosario, ubicado en Presidente Roca al 2400. Allí, realizaron un graffiti con un mensaje intimidatorio dirigido al presidente del club, quien trabaja en el hospital, arrojaron una piedra contra el edificio y rompieron algunos vidrios. La Fiscalía sostiene que este acto fue ordenado por Vinardi y "Dibu". Además, informaron que, después de este incidente, Luciano "Lucho" Gallardo se enfrentó a Astore en el club y le dijo: «Hoy arrancamos con los vidrios". 

Astore le contó a Carbone que por la intimidación de la barra al plantel y cuerpo técnico de Javier Sanguinetti en agosto de 2022 en el Coloso tras la derrota por 2 a 1 ante Godoy Cruz, él decidió no pagarles el partido de local a los cabecillas del paravalanchas leproso. “La plata la destiné para las redes de las canchitas. Después de eso me rompieron los vidrios del HPR (Hospital Privado de Rosario). Creo que fue el Dibu (Gerardo Gómez, que está prófugo) porque me había cruzado antes en el club y me había dicho que me iban a arrancar los vidrios”, señaló Astore al brindar testimonio.

La Fiscalía sostuvo que Vinardi dirigía la barra brava desde su lugar de detención, junto con su pareja Sabrina Barrias, quien estaba bajo arresto domiciliario por disposición de la Justicia Federal. Ambos ejecutaban su plan a través de Luciano Gallardo, el rostro visible en el paravalancha, y Emir Rodríguez, hijo de Barrias, quien lo secundaba, según la acusación.

El fiscal subrayó que el dirigente puso a intermediarios para hablar con la barra brava para evitar tener cruces directos. En ese marco, relató haberse negado a entregar el estadio cubierto para eventos de la barra, o el panteón para que ellos hagan fiestas electrónicas, de acuerdo a las peticiones que le hacían llegar. 

“Una vez, Lucho me hizo hablar en el playón con uno que le decían Pollo porque querían más camisetas, más plata y el estadio cubierto. Esa apretada no me la olvido más. Me puso al teléfono con Vinardi. Esto ocurrió mientras al lado mío estaban las nenas haciendo patín”, dijo el presidente de la institución. Según reconoció Carbone, Astore remarcó que no cedió ante la barra para cederle el panteón, el estadio cubierto ni la representación de jugadores. “Llegué a prestar Malvinas”, comentó. 

En los últimos meses, hubo un intento de derrocar a Vinardi y su grupo por parte de Alejandro Nicolás "Rengo" Ficcadenti y Sergio Gabriel "Bebe" Di Vanni, quienes también están vinculados a la banda de Los Monos. El viernes pasado, ambos fueron imputados como instigadores del ataque a tiros contra el barrio cerrado donde reside la familia del futbolista Ángel Di María. En el lugar del ataque, dejaron una nota amenazante.

La acusación sostiene que el ataque tenía un doble objetivo: evitar que Di María regresara a Rosario Central y utilizar este incidente para obtener el apoyo de Ariel "Guille" Cantero y así alcanzar el liderazgo de la barra brava.

La Fiscalía explicó que, desde que Lucho Gallardo estaba a cargo de la barra brava, los protocolos se le entregaban a él y, posteriormente a los encuentros, se le proporcionaba dinero. La Fiscalía contabilizó que estos pagos rondaban el millón y medio de pesos.

El 22 de julio de 2024, la dirigencia entregó entradas de protocolo al "Rengo" Ficcadenti para el partido contra Independiente de Rivadavia en el Estadio Marcelo Bielsa. Sin embargo, después de una serie de mensajes, Ficcadenti devolvió las entradas, que fueron posteriormente entregadas a Lucho Gallardo. En este contexto, "Pollo" Vinardi, desde su lugar de detención y en colaboración con su pareja Sabrina Barrias, llevó a cabo una serie de intimidaciones hacia el presidente del club para exigirle la entrega de un millón y medio de pesos.

El 23 de julio de 2024, al finalizar el partido entre Newell’s e Independiente de Rivadavia, y con el consentimiento de Luciano Gallardo, Emir Rodríguez lanzó una serie de bombas de estruendo al campo de juego, consciente de que esto provocaría sanciones administrativas para el club, según relataron.

El 26 de julio de 2024, como parte de la maniobra extorsiva, los implicados se dirigieron a la casa de la dirigente del club María Fernanda Corte, que mantenía comunicación con la barra y dispararon ocho tiros contra la vivienda, situada en Chacabuco al 2700. Según la Fiscalía, a raíz de este ataque, tres días después se efectuó el pago de otro millón y medio de pesos a Lucho Gallardo.

Otra de las extorsiones atribuidas por la Fiscalía al trío formado por Vinardi, Barrias y Gallardo, junto con otras personas aún no identificadas, ocurrió el 8 de julio de este año. En esa fecha, sin la autorización de la dirigencia, la barra intentó inaugurar una zona de parrilleros. Estaba prevista la actuación del cantante de cumbia Sergio Torres. Al enterarse de esta acción, el presidente del club prohibió la actividad, alegando que no se cumplían las condiciones de seguridad necesarias.

Ante esta situación, Gallardo, quien según la Fiscalía actuó bajo órdenes de Vinardi y su pareja, Sabrina Barrias, exigió a Astore 8 millones de pesos para evitar la realización de la actividad. Finalmente, se acordó un pago de 3 millones de pesos a la barra, según informó la Fiscalía.

Finalmente, se le imputó a Emir Rodríguez el delito de abuso y portación de un arma. El 17 de julio, Rodríguez, acompañado por otras personas, se presentó en una vivienda ubicada en calle San Juan, entre Corrientes y Santiago del Estero, en Villa Gobernador Gálvez. Allí, disparó al menos seis proyectiles contra un joven, uno de los cuales impactó en el glúteo de la víctima.