El hermano díscolo del ex presidente Mauricio Macri, Mariano Macri, volvió a presentar una denuncia penal contra el holding familiar. En este caso, los acusa de los presuntos delitos de administración fraudulenta y lavado de activos. Entre las personas a las que denuncia por estos supuestos crímenes están Gianfranco y Florencia Macri, hermanos del expresidente y el gerente general del Grupo Socma, Leonardo Maffioli, entre otros. No denuncia a Mauricio porque desde que entró a ser un dirigente político se aseguró de no aparecer en los papeles del Grupo Macri. La causa se sorteó cayó en el juzgado de Ariel Lijo, recientemente cuestionado por el ex presidente por la presentación de su pliego como posible juez de la Corte Suprema.

En la denuncia de Mariano Macri, se suman una serie de potenciales delitos, a saber: "administración fraudulenta, falsificación de documento, evasión tributaria, presentación de balances falsos y el lavado de activos". La presentación le apunta sobre todo a Socma Americana y a quienes figuran como sus accionistas.

No es la primera denuncia que hace Mariano Macri, que empezó a sacar los trapitos al sol del holding familiar en el libro Hermano, del periodista Santiago O'Donnell. En su momento, declaró en la causa de Parques Eólicos y sostuvo que, pese a ser parte del holding familiar, le impedían acceder a los balances, no se dejaban constancias de sus cuestionamientos relativos al desprendimiento de bienes o al nombramiento como síndico a una persona fallecida. En su momento, la justicia en lo comercial decidió intervenir a Socma a raíz de estas denuncias.

En el texto de la denuncia,  advierte: “Sin embargo, y pese a mi férrea postura de tratar desde mi lugar de socio minoritario de evitar el socavamiento permanente de la sociedad, continúan a la fecha dándose distintos dislates, con hechos concretos, que trascienden lo estrictamente comercial y adquieren un cariz jurídico penal. Así las cosas, y lamentablemente no encontrando otra vía para evitar la ejecución o la consumación de delitos, por lo que me veo obligado a denunciar a familiares, socios, directores, gerentes y síndicos de la sociedad”, sostuvo.

Mariano Macri le apunta en su denuncia, entre otras cosas, al Meinl Bank (MB), un banco austríaco que estuvo bajo la mirada del gobierno de ese país por sospechas de lavado de activos. El banco es acreedor de Socma. Y Mariano Macri sostiene que ese banco y otro fueron usados por Franco Macri para controlar el paquete accionario del Correo Argentino S.A. También que Socma tiene una deuda con el banco, que nunca fue reclamada y que es refinanciada de manera poco transparente.

Con un crédito garantizado con una prenda sobre acciones de control emitidas por Sideco, “si MB ejecutaba la prenda, hubiese pasado a revestir la calidad de accionista controlante de Sideco y, en ese caso, Socma hubiese quedado como una sociedad sin activos”, explicó. “El tratamiento que se ha dado a lo largo de los años a la deuda con el MB en los estados contables de Socma, podría calificarlo, como mínimo, de escandaloso", dijo. "El crédito ha servido —y solo eufemísticamente— para ‘manipular’ los balances de Socma según en cada ejercicio el managment de la empresa ha considerado convenía a ciertos intereses que, por supuesto, no eran los de la compañía”, insistió el hermano.

Ese mismo banco -una entidad austríaca denunciada por corrupción en Europa- jugó un extraño papel en la causa del Correo Argentino: fue comprando la deuda de otros acreedores para luego tomar decisiones contrarias a sus intereses y que favorecían extrañamente al Grupo Macri en la causa por la deuda con el Estado. En su momento, el Poder Judicial intentó investigar el vínculo entre ese banco y el Grupo Macri. 

Mariano Macri parece estar dispuesto a dar más datos sobre la curiosa relación que hay entre ambos. "Señalé que la deuda corriente de USD 4.390.000 denunciada en el Balance del ejercicio 2023 no podría cancelarse según los datos de esos estados contables, por lo que el mencionado acreedor estaría en condiciones de ejecutar la prenda que recae sobre el 75% de las acciones de Sideco, principal fuente de ingreso de SOCMA. De esta manera se consagraría la maniobra de vaciamiento de SOCMA en beneficio de una institución que obra de ‘testaferro’ a favor de algunos accionistas de SOCMA y en detrimento de mis intereses, convirtiéndome directamente en objeto de fraude”, describió en la denuncia.

Mariano Macri insistió en que esa deuda es en realidad "un pasivo ficticio y por tal razón defraudatorio de los intereses de la sociedad y de este requirente en particular”. Y se añadió que “también resulta llamativo que una entidad financiera sostenga un crédito por tantos años sin recibir compensación monetaria alguna y sin tomar las medidas legales que usualmente toman los bancos a fin de ejecutar las respectivas garantías”.

Insistió en que hay que investigar estas “claras maniobras de incrementos y/o disminuciones insostenibles del pasivo societario sin que se sigan conceptos contables pertinentes, por lo que se estaría incurriendo prima facie en la comisión de los delitos de defraudación por administración infiel; falsificación de documento; y presentación de balance falso, maniobra que genera perjuicios a SOCMA y, en definitiva, a cada uno de los accionistas en particular”. Además consideró que con la operación con este banco "SOCMA y sus representantes incurren típicamente en la figura de evasión tributaria y lavado de activos de origen ilícito, delitos que hacen directamente responsables no solo a quienes integran el órgano de dirección, sino también a cada uno de los accionistas que preste su conformidad con este accionar”.

Mariano Macri pidió que se dicten una serie de medidas cautelares y de prueba para avanzar sobre los manejos del Grupo Macri. Ahora está en manos de Lijo.