En el marco de acciones para cumplir la sentencia judicial por la contaminación de la cuenca Arias-Arenales, el Ministerio de Salud Pública de Salta anunció ayer la conformación de una unidad centinela para la vigilancia de enfermedades transmitidas por alimentos (UC-ETA), que tendrá su base operativa-referencial en el Hospital Papa Francisco, ubicado en la ciudad de Salta.

La UC-ETA es una herramienta epidemiológica que sirve para focalizar los componentes clínicos, epidemiológicos y de laboratorio en el control de ese tipo de patologías.

Se destacó que esta es “la primera experiencia del país, es decir que Salta es la única provincia que contará con este dispositivo”.

La unidad centinela operará sobre la población residente en el área del cordón sanitario que geográficamente se extiende desde San Lorenzo Chico hasta la finca La Maroma, en el municipio de Coronel Moldes, incluyendo áreas ribereñas de la subcuenca Arias-Arenales de los departamentos Capital, Cerrillos, Chicoana y La Viña. Además, se incorporará a los municipios de La Caldera y Vaqueros.

Con esta acción la cartera sanitaria avanza en el desarrollo de acciones para dar cumplimiento a las disposiciones de una sentencia del Poder Judicial en una causa por la contaminación en la subcuenca de los ríos Arias y Arenales.

El director general de Coordinación Epidemiológica, Francisco García, explicó que “las enfermedades transmitidas por alimentos son eventos de notificación obligatoria por la importancia que tienen para la salud pública. Por ello, debemos avanzar con la vigilancia epidemiológica y contar con una unidad centinela”, dijo. 

“La UC-ETA nos permitirá trabajar con tres componentes para tener un diagnóstico profundo de la situación; evaluar signos, síntomas y el cuadro clínico del paciente; y realizar la investigación epidemiológica pertinente para ver la evolución de cada persona que haya consumido un alimento que pudiera estar contaminado”, agregó.

García dijo que en la unidad centinela se engloban a todas las enfermedades transmitidas por alimentos, no sólo a la salmonelosis, que es la más conocida. “Estaremos atentos a los casos diarreicos, brotes en instituciones, entre otros”, indicó.

La Unidad contará también con diferentes unidades satélites de apoyo, entre las que se encuentran programas dependientes de la Dirección General de Coordinación Epidemiológica, Aguas del Norte, el Ente Regulador de Servicios Públicos y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

Baja en cantidad de casos

Los casos de salmonelosis que eran 98 en 2018, llegaron a más de 1400 en 2021, registrándose 1483 casos el año pasado.

Según el último boletín epidemiológico de la provincia, en lo que va de este año se llevan registrados 384 casos confirmados de fiebre paratifoidea, de los cuales el 78 por ciento tienen el domicilio en el departamento Capital; un 18 por ciento, en el resto de los departamentos y un 4 por ciento corresponde a otras provincias de Argentina.

Si bien hasta la semana 4 de este año, y en continuidad con la cantidad que se registraba desde el año anterior, hubo más casos de los esperados, una comunicación epidemiológica del 2 de agosto pasado indica que hay una disminución sostenida en el número de casos en las últimas diez semanas epidemiológicas.

Riego con agua contaminada

La concentración de los casos en Capital y alrededores aportó datos para dar con una de las posibles causas de la situación epidemiológica cuando una denuncia indicó que plantaciones cercanas a la ribera de la cuenca eran regadas con agua de los ríos. 

Es que estos ríos están contaminados por el vuelco de líquidos cloacales y, por lo tanto, el agua no es apta para el riego de frutas y verduras destinados al consumo humano.

Al haber productos de hoja verde que se comercializaban se entendió que esto tuvo incidencia en la elevada cantidad de casos. Los responsables del riego fueron encausados y se previeron controles en la zona para evitar que el agua contaminada vuelva a ser utilizada para estos fines.