Las condiciones meteorológicas que favorecieron los devastadores incendios en el Pantanal brasileño en junio fueron más intensas debido al cambio climático, según un reciente informe científico.
"Las condiciones de calor, sequía y viento que propiciaron los incendios en el Pantanal brasileño en junio fueron 40% más intensas y de 4 a 5 veces más probables (respecto al promedio de un mes de junio) debido al cambio climático", según un análisis del grupo World Weather Attribution (WWA).
El Pantanal, que también se extiende por Paraguay y Bolivia, es considerado un santuario de jaguares, caimanes y otras especies, y reconocido por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad.
Los incendios récord que devoraron 440.000 hectáreas en el mayor humedal tropical del planeta en junio preocupan además a los especialistas porque el fuego suele tener su auge en los meses de agosto y septiembre.
"Las condiciones meteorológicas adversas con altas temperaturas, baja humedad y vientos fuertes contribuyen significativamente a la rápida propagación de las llamas", explicó el investigador Filippe L. M. Santos, de la Universidad Évora de Portugal y uno de los autores del estudio.
Más fuego, el peor pronóstico
"Este escenario es extremadamente preocupante ya que todavía no estamos en el pico de la temporada, que generalmente ocurre en septiembre. Es posible que los incendios forestales de 2024 sean todavía más severos que en 2020", añadió.
Ese año, se estima que 17 millones de animales vertebrados murieron en la temporada de incendios, que devastó 3,9 millones de hectáreas del Pantanal.
Los científicos del WWA desarrollaron modelos de predicción a partir del hecho de que el planeta ya es 1,2º C más caluroso que en tiempos preindustriales.
En la era preindustrial, un mes de junio excepcional como el último era esperado una vez cada 161 años. Tras el cambio climático, esa frecuencia aumentó a 35 años, y podría aumentar a 18 si la temperatura aumenta unos 2º C hasta 2060, según el estudio.
En lo que va de 2024, 1,2 millones de hectáreas fueron consumidas por las llamas, equivalente al 8% del bioma.
Los fuegos están asociados a las "prácticas agrícolas o las quemadas controladas que terminan saliéndose de control", según Santos.
El estudio "subraya la necesidad urgente de reemplazar los combustibles fósiles con energías renovables, reducir la deforestación y fortalecer las restricciones a los incendios programados".
La vida y economía del Pantanal -basada en la ganadería, la pesca y el ecoturismo- se rigen por el "pulso de inundación" de los ríos, que crecen o disminuyen en las épocas de lluvia (octubre-mayo) y de seca (junio-septiembre).