El hallazgo de un túnel de casi tres metros de ancho y 150 metros de largo a pocos metros de una sucursal del Banco Macro sorprendió a los vecinos de San Isidro. Según fuentes policiales, un repartidor de la zona fue quien alertó al personal de seguridad de la entidad bancaria de la presencia de unas varillas metálicas sospechosas que emergían entre los adoquines. Por el momento, no hay sospechosos ni detenidos.
Tras un llamado al 911, un analista técnico de la Policía Bonaerense inspeccionó el interior del banco y descartó anomalías en el sistema de alarmas. Seguidamente, comenzaron las tareas en la calle para determinar de dónde provenía la varilla. Cuando los efectivos la extrajeron, descubrieron que no era la única que se encontraba enterrada en el lugar y dieron aviso a la fiscalía de turno.
El personal que interviene en la investigación, que quedó a cargo de la UFI Central de San Isidro, estableció que el túnel desemboca en un galpón ubicado sobre la calle Chacabuco al 500 "donde se observa gran cantidad de tierra acumulada en el interior y maquinarias para la extracción de tierra". Según precisaron las autoridades, "sería un trabajo de 6 a 9 meses aproximadamente".
Por el momento, la causa no cuenta con ningún detenido o sospechoso por el hecho. Los investigadores analizarán las cámaras de la zona para ver si captaron a quienes trabajaban en el túnel y hablarán con los vecinos que pudieron haber visto movimientos sospechosos en el lugar.