Antes del cambio de gobierno, las autorizaciones y renovaciones del Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) tenían dos meses de retraso. Hoy tengo pacientes que están esperando su autorización desde octubre del año pasado. Algunos abandonaron el tratamiento para no exponerse a cultivar en la ilegalidad y otros tuvieron que comprar aceite, lo cual es mucho más costoso y no todos pueden acceder.
Por ahora el gobierno no modificó el REPROCANN, lo que sucede es que el registro está colapsado, entran más de 600 solicitudes por día, de las que solo llegan a aprobar 40, además de las 10 mil solicitudes que están en espera, es decir, que a ese ritmo los pacientes tendrán que esperar siete años. Debido a estos retrasos las personas deberían estar avaladas legalmente, para que puedan seguir cultivando, transportando y consumiendo su medicina.
Tengo pacientes con discapacidad, otros con patologías de riesgo severas para los que suspender el tratamiento implica un deterioro muy grande en su salud y seguir cultivando para no suspenderlo, implica un riesgo para su seguridad porque por cultivar su propia medicina pasan a ser ilegales. Nuevamente son perseguidos por tener un porro en la calle, la policía los ataca y la justicia los persigue.
El vocero presidencial anunció que iban a auditar el Reprocann porque supuestamente había diagnósticos que no tenían un aval científico y un grupo de más de 60 profesionales le respondimos con un documento que contiene toda la evidencia científica que existe sobre cannabis. De todas formas no tenemos que volver a discutirlo porque esa instancia ya se dio en 2017 y por eso salió la ley 27.350 que regula la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados.
Por ahora la ley sigue vigente y el Reprocann sigue activo. Como presidenta de la ONG Familias Cultivando, donde enseñamos a cultivar y a preparar todos los derivados del cannabis (pastas dentales, aceites, cremas) nos abastecemos de la donación de otros pacientes, elaboramos los productos y los entregamos a las personas que no tienen. Para que podamos hacerlo necesitamos transportar flores de otros pacientes y hoy no hay una reglamentación clara que diga que podemos transportar la cantidad de flores que nos puedan llegar a dar 150 pacientes, con nueve plantas cada uno debido a que justo cuando estaban por regular estas situaciones cambió el gobierno y quedó en la nada.
En mi practica profesional, uso el cannabis para la odontología como analgésico para cualquier tipo de dolor bucal, como miorelajante para el bruxismo (contracturas involuntarias de los músculos masticatorios que se dan por el estrés, ansiedad o trastornos del sueño). Con el cannabis, no solamente relajamos los músculos masticatorios, sino que también, regulamos la ansiedad, el estrés y el sueño.
Además se utiliza para la higiene bucal porque es bactericida y bacteriostático (efecto que impide la reproducción de bacterias). Hay estudios científicos que muestran cómo el cannabis disminuye la inflamación gingival y la reabsorción en periodontitis o gingivitis, que son enfermedades inflamatorias de los tejidos de sostén del diente. También se usa en cirugías porque el cannabis aumenta la regeneración del hueso, evita la inflamación y las infecciones post exodoncia.
Podemos usar cannabis para un montón de patologías autoinmunes como el síndrome de Sjögren, que produce sequedad de la boca - aún sabiendo que un efecto secundario del cannabis es la sequedad de la boca, en realidad, eso depende de la dosis -. En mi trabajo de alta complejidad, lo uso mucho en pacientes que antes tenía que atender en el quirófano con anestesia general para arreglarle la boca porque tenían la imposibilidad de quedarse quietos durante un largo período de tiempo - ya sea por una discapacidad o por movimientos involuntarios - ahora con cannabis logramos que estos pacientes se puedan atender en el sillón odontológico.
El cannabis también se usa para tratar la neuralgia del trigémino, una patología que provoca un dolor insoportable en toda la cara que hace que los pacientes se quieran suicidar. Esta patología no responde a ningún tratamiento farmacológico convencional y descubrimos que con el cannabis los pacientes dejan de tener dolor y esto es fascinante.
Es importante dejar de diferenciar el cannabis de uso medicinal del recreativo, estamos hablando exactamente de la misma planta, con diferentes vías de administración pero en todas las formas que la consumamos siempre los efectos que va a tener son terapéuticos. Lo que para la mayoría de las personas les parece que es un uso recreativo, para mí es medicinal: si una persona cuando vuelve de su trabajo muy estresada fuma un cigarrillo de cannabis y se relaja, no es recreativo, es medicinal. Si una persona no duerme bien, fuma un cigarrillo de cannabis antes de ir a la cama y duerme bien: no es recreativo, es medicinal.
Nos quisieron hacer creer que el cannabis en forma de porro es una droga peligrosa y si consumís aceite de cannabis, es una planta medicinal pero la realidad es que es la misma planta y que mis pacientes con neuralgia del trigémino, fumando un cigarrillo de cannabis en menos de cinco minutos sienten analgesia y dejan de sentir dolor. Esa diferencia entre "recreativo" y "medicinal" la hicieron adrede para estigmatizarnos a los usuarios de cannabis.
*Odontóloga, presidenta de la asociación civil Familias Cultivando e integrante de Educanar.