La construcción anotó una caída del 35,2 por ciento respecto de los niveles de junio de 2023, según informó el Indec. Como se dijo, el pésimo desempeño de esta actividad es sólo comparable con la crisis en pandemia. En el primer semestre la caída acumulada es de 32,7 por ciento, pese a que en el mes se registró una variación positiva (la tercera consecutiva) de 2,7 por ciento. Estas levísimas mejoras son incipientes para revertir el deterioro. Intensivo en mano de obra, este sector dejó a 85.000 personas sin trabajo en mayo de 2024 comparado con igual mes de 2023.

“El 2024 está irremediablemente perdido” dijo Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en declaraciones radiales a principios de junio. Desde Camarco estiman una pérdida cercana a 100.000 puestos de trabajo. El Gobierno, dijo, frenó obras que tenían más del 90 por ciento en ejecución por priorizar el déficit cero, y dejó obras millonarias avanzadas que ya “no sirven para nada” porque no se habilitan. Así es el tamaño del descuido del gobierno de Javier Milei, obsesionado con el superávit fiscal y sus supuestos beneficios a costa de buena parte de la actividad industrial y de la construcción y, sobre todo, de los puestos de trabajo.

Con esa decisión presidencial de paralizar la obra pública, sumada a la recesión interna que también frena las obras residenciales a lo largo y ancho del país, la demanda de insumos y materiales para la construcción se derrumbó desde diciembre del año pasado. En el primer semestre de 2024 acumuló un deterioro del 32,7 por ciento, mientras que al comparar el sexto mes con igual período de 2023, la actividad se encuentra 35,2 por ciento más abajo. No hay señales de recuperación.

Ante tamaña caída, la mejora del 2,7 por ciento en la dinámica intermensual (si bien es la tercera consecutiva) no alcanza para teñir de mejor color el panorama.

Todos los insumos para la construcción muestran rojos en su tendencia tanto acumulada en el semestre como mes contra mes. El asfalto lidera la caída un 60 por ciento abajo versus primer semestre de 2023, seguido por hierro redondo y aceros para la construcción con un deterioro del 48,5 por ciento interanual. La demanda de mosaicos graníticos y calcáreos cayó 41,7 por ciento interanual acumulado y la artículos sanitarios de cerámica 40,2 por ciento. Enseguida viene la caída en la demanda de hormigón elaborado del 39,3 por ciento. De pisos y revestimientos cerámicos del 35,4 por ciento acumulado y de placas de yeso en 34,5. Pinturas para la construcción con una merma de 9,9 por ciento acumulada fue el ítem que mejor desempeño tuvo en el semestre.

En cuanto a los puestos de trabajo, según el informe de Indec en mayo se contrataron 382.686 puestos de trabajo registrados en la construcción. Esto arroja una caída del 18,1 por ciento respecto a mayo de 2023 y del 15,8 por ciento acumulado, es decir, en promedio se perdieron 84.666 puestos de trabajo registrados en el sector hasta mayo. En el segmento informal, la caída alcanza a otro tanto. Se trata de empleos flexibles y de baja remuneración, la falta en la demanda se traduce de seguro en un incremento de la pobreza, en muchos de estos casos. El Gobierno de Milei no preparó ni analiza ninguna medida para palear la crisis que enfrentan estas miles de familias en su cotidianidad. La importante convocatoria que tuvo la movilización y concentración del miércoles en Plaza de Mayo por San Cayetano también tiene que ver con esta situación.

La superficie autorizada para construcción por permisos de edificación privadas es otro dato relevante respecto de la actividad particularmente en el sector privado, esta mermó 8,1 por ciento respecto a mayo de 2023 y acumula un deterioro del 15,5 por ciento en lo que va del año, según datos relevados por Indec. La situación es crítica pero tampoco respecto del dinamismo de la inversión privada el Gobierno parece tener medidas en agenda. Es una gestión miope que desatiende todos los problemas que tienen que ver con la economía real, en donde finalmente termina por dirimirse el partido: si la economía no crece, la gestión falla.