Latinoamérica no es solo una consigna, es identidad y destino. Los medios hegemónicos ocultan este hecho, pero esta es la convicción que animó (y anima) las luchas de varias generaciones.
A fines del año pasado, el Instituto Patria acordó con su par mexicano, el Instituto Nacional de Formación Política morena (así, con minúscula), la convocatoria a otros institutos de formación de la región para poner en marcha en forma conjunta un curso que hablara de la realidad de América Latina. A esta iniciativa se sumaron el Instituto Lula de Brasil, el Instituto Eloy Alfaro (Ideal) y la Escuela de Formación Política de la Revolución Ciudadana de Ecuador, el Partido Comunes, Pacto Histórico y Colombia Humana de Colombia, la Universidad Internacional de las Comunicaciones (Lauicom) de Venezuela, Paraguay Soberano de Paraguay, el Movimiento Semilla de Guatemala, el Instituto de Formación Política de Honduras y la Fundación Plebeya de Chile. Con el aporte de cada país, el 4 de mayo pasado se puso en marcha el curso internacional "Realidad política y electoral de América latina", como ámbito para la formación de militantes y dirigentes de toda la región.
La respuesta no se hizo esperar. Los más de 3.000 inscriptos e inscriptas siguieron las clases por zoom y por YouTube, dejando su punto de vista en los chats y en el foro virtual del curso.
Cada sábado, en los diferentes husos horarios del continente, desfilaron por este ámbito dirigentes que expusieron la realidad de cada país, con sesiones donde se trataron también los temas comunes: lawfare, avance de las derechas, el rol de los organismos regionales, la influencia de Estados Unidos de América, el surgimiento del Brics y las relaciones con China y Rusia.
Para el cierre del curso, se buscó contar con una referencia regional. Era necesario escuchar conceptos que, apelando a nuestra historia, nos convocaran al futuro. Para abordar este desafío, el INFP morena invitó a Cristina Fernández de Kirchner para dictar la conferencia Una utopía desde el Sur. Propuestas para el futuro de la región.
El sábado, las palabras de Cristina resonaron en el Centro Cultural México Contemporáneo, expresando a todo un continente. Cuando un grupo de dirigentes mujeres de Morena se reunieron con ella esa misma noche, una de ellas dijo, en nombre de todas: “tu tarea en Argentina durante tus dos presidencias son el ejemplo en que nos basamos para construir este proyecto”.
Expresiones similares se escucharon en las diferentes reuniones que mantuvo Cristina Fernández de Kirchner: con la secretaria general del partido, Citlalli Hernández, con el presidente del INFP morena, Rafael Barajas, ”el Fisgón” (¿por qué te dicen “El Fisgón”? le preguntó con curiosidad Cristina. Barajas es un conocido caricaturista que refleja la realidad mexicana, y su sobrenombre alude a su particular humor para retratarla), con la jefa de Gobierno electa por la Ciudad de México, Clara Brugada, con el jefe de gobierno actual, Martí Batres Guadarrama, y con Claudia Sheinbaum, futura presidenta de México, electa por una mayoría que ha sorprendido a propios y extraños.
Al nombrarla Huésped Distinguida de la ciudad de México, Batres reconoció en Cristina una figura clave del ciclo progresista latinoamericano, un ciclo que, a pesar del avance de la derecha, renació en el 2018 con el triunfo de AMLO. Cristina pudo agradecer, en esa oportunidad, la solidaridad del pueblo mexicano, que recibió en diferentes momentos a los exiliados argentinos que huyeron de crisis y persecusiones. La alusión a los “argenmex” resonó en su agradecimiento como una categoría capaz de transformar el dolor en identidad compartida.
Clara Brugada despidió a Cristina con palabras que no dejaron lugar a dudas: “lo que pasa en Argentina lo sentimos aquí. Lo que pasa te pasa a tí, nos pasa a todas”. Cristina también aludió a los lazos históricos y políticos que nos unen en el presente: “Dios sabe por qué hace las cosas. A lo mejor si les tocaba gobernar en el 2006 no serían el faro que son hoy. Quizás los gobiernos de AMLO y de Claudia suceden en este tiempo para que México se convierta en faro de la región”.
Esta corriente de afecto no se sintió solamente en las oficinas dirigenciales. En la conferencia de clausura del curso y en cada oportunidad en la que Cristina se encontró con el pueblo mexicano, hombres y mujeres la abrazaron con sus palabras y la reconocieron como propia.
Hay dirigentes que superan las fronteras nacionales para que recordemos que Latinoamérica no es una consigna. Es identidad y destino.
* Exdiputada nacional. Coordinadora de formación del Instituto Patria.