El rector de la Universidad Nacional de Salta, Daniel Hoyos, presentó ayer en el Consejo Superior una obra inédita que Gustavo “Cuchi” Leguizamón le dedicó a la Universidad.
Hoyos contó que dieron con la pieza musical alertados por rumores de que el genial compositor había escrito un himno para esta Universidad.
En esa búsqueda el equipo del Centro Cultural Holver Borelli encontró documentos de concursos que se convocaron en la década del 80, para obtener sólo la letra del himno.
Sin embargo, entre las propuestas apareció una pieza musical que estaba guardada bajo el pseudónimo: “Budotizo”. Tratando de dar con el autor, se dio con el Cuchi Leguizamon. “Sentimos que era necesario rescatar ese legado destinado a nuestra Universidad que articula con la estética de nuestro escudo y nuestro lema”, dijo el rector.
El paso siguiente fue convocar al escritor y poeta Leopoldo "Teuco" Castilla, reciente Doctor Honoris Causa de la UNSa, quien se mostró dispuesto a pensar en una letra que conjugue ese pasado cultural en el que Cuchi creó la música con este presente. La obra final fue interpretada ayer en las afueras de la Sala del Consejo Superior, por músicas y musicos de la Orquesta Típica Característica de la UNSa, junto a la concertista Magui Soria.
Una melodía en la casa
Antes de la interpretación, el rector pidió permiso a las y los consejeros para que pudiera hablar Juan Martín Leguizamón, hijo del entrañable músico. Contó que la pieza musical se creó durante los años 70, y lo sabe porque recuerda que era una melodía que se escuchaba de manera reiterada en su casa. “Nos gustaba mucho ese tema, y se lo pedíamos mucho porque nos parecía algo distinto", relató Juan Martín.
Añadió que el Cuchi dijo que “lo compuso para que alguna vez, si fuese posible, fuese el himno de la Universidad de Salta”. Contó que su padre se propuso componer un himno con tres premisas básicas: “Una, que no fuese marcial, cosa que nos parecía fatal. La otra, que fuese breve, para no distraer en su extensión. Y la otra, que fuese muy emotivo, y creo que lo ha logrado”.
La familia Leguizamón creció con la melodía y sabían que estaba “dando vuelta”, pero nunca habían sido convocados para darle una forma institucional, incluso pensaron que todos los elementos que podían dar cuenta de esta composición ya no estaban.
Lo único que tenían era lo que guardaban en su memoria. Pero les parecía “extraño” que sólo lo recordara la familia, así que se pusieron en un trabajo de investigación “Supimos que había mucha gente que la había escuchado, que sabía del hecho de la escritura de este himno. Y también supimos que se podía hacer un peritaje sobre la obra que tomaba esa melodía que tenía en la cabeza”, relató Juan Martín. Sin embargo, aún no tenían novedades y con esa inquietud familiar inauguraron el año pasado la Fundación Legado Cultural Cuchi Leguizamón. En esa instancia el rector les dio la noticia de que había aparecido una partitura entre los papeles de la Universidad.
“Lo fantástico es que la línea melódica de la partitura coincidía exactamente con lo que me acordaba, con lo cual tenemos una prueba más que suficiente de la autenticidad y del trabajo que el Cuchi había hecho”, celebró Juan Martín, quien dijo que la motivación principal del Cuchi para componerla fue el amor a la provincia y a la Universidad. Recordó que el compositor salteño había participado de las discusiones en procura de la creación de la Universidad Nacional de Salta, porque “era un defensor de la universidad pública, gratuita y de calidad”.
Juan Martín agradeció que el rector haya encomendado la tarea de ponerle letra al Teuco Castilla, ya que es “alguien más de la familia” Leguizamón y de la cultura de Salta. “Agradezco a este hermano que se atrevió a poner una letra sobre una música ya escrita, cosa que no es una tarea sencilla”, destacó.
“Cuando hay una decisión, cuando hay una búsqueda, cuando hay un trabajo en la memoria, la memoria nos restituye identidad, nos restituye pertenencia y nos restituye aquello que creíamos perdido y nos pone en un movimiento”, que hoy pone en valor el inigualable arte de un artista como el Cuchi Leguizamón. “Es un momento de mucha emoción y entonces quiero agradecer a todas las autoridades de esta universidad. Hoy mi papá es el soñador”, celebró Juan Martín.
Entre dos fuegos
Por su parte, la coordinadora del Centro Cultural Holver Martínez Borelli, Lucrecia Coscio, contó que Nora Wayar, integrante del equipo de este Centro, recordaba una carpeta de concursos que se habían hecho entre 1981 y 1982, para proponer la letra de un posible himno. Esos concursos, que habían quedado desiertos, “estaban acompañados por algunas partituras.
“Estábamos haciendo la limpieza del lugar e indiqué que busquen el material referido a un concurso sobre el himno. Ese mismo día me comunican que se había encontrado algo”, relató. Fue el 21 de abril de 2023, el día en que Norita Cortiñas estaba en el Centro Cultural Holver Martínez Borelli presentando su libro La madre de todas las batallas, y la Fundación Legado Cultural Cuchi Leguizamón abría sus puertas a la sociedad salteña.
Tras el hallazgo, se encomendó una pericia a Pablo Herrera, quien en octubre del año pasado le entregó el texto “Análisis de una pieza inédita de Gustavo 'Cuchi' Leguizamón. Himno de la Universidad Nacional de Salta”.
El rector Daniel Hoyos también le pidió al poeta y escritor Leopoldo “Teuco” Castilla que le diera letra a la melodía.
Castilla dijo que se enfrentó a una tarea difícil puesto que debía alcanzar “el nivel de músico” que era Cuchi. “Desafío en toda Latinoamérica a encontrar a algún autor de un himno que tenga ese nivel creativo del Cuchi”, dijo.
Contó que frente a la melodía supo que era un himno breve: “eran seis líneas y seis líneas”, cuando es habitual que los himnos tengan 40 líneas. Se enfrentó al desafío de “cómo decir todo lo posible en seis líneas, y no caer en lugares comunes”. “Un himno para todos los pensamientos, (todas las) corrientes, donde estén los valores de la igualdad, la solidaridad, la humanidad, donde esté la ciencia y la palabra. Todo eso en un himno breve".
Castilla contó de otro desafío que debió afrontar: “este himno es de esta casa y esta casa tiene mucho que ver con mi vida. Así que estaba entre dos fuegos, entre el Cuchi y el corazón, y les agradezco a ustedes la delicadeza de dejarme formar parte”, dijo.