Un bombardeo israelí mató este viernes a Samer al Hajj, el comandante del movimiento islamista palestino Hamas en un campo de refugiados del Líbano, al tiempo que el gobierno de ese país presentó una propuesta para contener el conflicto entre el grupo chiíta Hezbolá e Israel.

El comandante de Hamas

El ataque israelí se produjo cuando Al Hajj viajaba en un vehículo por la ciudad meridional de Sidón, informaron diversas fuentes. El coche fue alcanzado por un avión no tripulado cerca de una comisaría de Policía en la entrada sur de la localidad, ubicada a más de 50 kilómetros de la frontera con Israel, según la versión de la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).

Hamas anunció en un comunicado su fallecimiento, mientras que el Ejército israelí asumió la autoría del asesinato asegurando que Al Hajj fue objetivo de uno de sus ataques aéreos por promover lanzamientos de proyectiles desde el territorio libanés hacia Israel. "Samer operaba como comandante de las fuerzas militares en el campo (de refugiados) de Ain el Helu, ubicado en el área de Sidón, y era responsable del reclutamiento y entrenamiento de terroristas para atacar el Estado de Israel", aseguró un comunicado castrense israelí.

Desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, Israel realizó algunos asesinatos selectivos contra miembros de Hamas residentes en el Líbano, el de mayor rango su número dos Saleh al Arouri, que fue asesinado en enero a las afueras de Beirut.

Sin embargo, los ataques selectivos suelen estar principalmente dirigidos contra combatientes de Hezbolá con el que Israel protagoniza un intenso fuego cruzado desde un día después del inicio del conflicto en el enclave palestino, el pasado 7 de octubre.

Propuesta libanesa

Al compás de la muerte del comandante de Hamas, el Gobierno libanés presentó una propuesta para contener el conflicto entre el grupo chiíta Hezbolá e Israel, la primera desde el inicio de los choques, y reiteró que un alto el fuego en la Franja de Gaza abrirá la puerta a una solución diplomática en el Líbano.

El documento, hecho público por el Ejecutivo, contempla una desescalada inmediata para mitigar los riesgos hasta que sea posible una total implementación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Hezbolá e Israel. "El cese de las hostilidades en Gaza abrirá la puerta a una vía diplomática que el Gobierno apoyará completamente. Esta vía está dirigida a abordar los problemas de seguridad en la frontera sur y las disputas sobre la Línea Azul (divisoria de facto con Israel)", asegura el texto.

La propuesta, la primera presentada en más de diez meses de enfrentamientos, llega después de que Estados Unidos, Egipto y Qatar anunciaran una reunión para el 15 de agosto con el objetivo de que Israel y el movimiento islamista palestino Hamas cierren un pacto sin más demoras.

A mediano plazo, la iniciativa libanesa aboga por la puesta en práctica de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la piedra angular para alcanzar la estabilidad en el sur del país. El texto de la ONU estipula, entre otras cosas, que ningún actor armado ajeno al Ejército libanés debe estar presente en la franja fronteriza con Israel, donde las labores de seguridad tienen que recaer sobre las fuerzas gubernamentales con apoyo de los Cascos Azules.

"De cara a garantizar que las condiciones para la implementación de la resolución 1701 estén presentes, el Gobierno está comprometido con aumentar el número de personal en las Fuerzas Armadas Libanesas con una nueva campaña de reclutamiento", asevera la hoja de ruta, sin hacer mención expresa a una salida de Hezbolá de la región sur.

El grupo chiíta, que controla las áreas fronterizas y tiene ministros en el Ejecutivo, señaló anteriormente su disposición al diálogo y a poner fin a las disputas territoriales que afectan a varios puntos fronterizos, pero lo condiciona al previo final de la guerra en la Franja de Gaza. Por su parte, el Gobierno libanés destacó en su texto que para reclutar a más soldados necesitará apoyo de la comunidad internacional, tanto en términos económicos y técnicos como de entrenamiento.

La presentación se produce en medio de una escalada de tensión regional después de que sendos ataques atribuidos a Israel mataran la semana pasada en Beirut al máximo comandante de Hezbolá, Fuad Shukr, y en Teherán al líder político de Hamas, Ismail Haniyeh.

Incursión en Jan Yunis

A esto hay que sumarle que al menos 14 civiles murieron en Jan Yunis, una ciudad del sur de la Franja de Gaza adonde incursionaron nuevamente las tropas terrestres de Israel. Los cadáveres y un número indeterminado de heridos fueron trasladados al Complejo Médico Naser tras bombardeos israelíes sobre varias partes de la ciudad, informó la agencia oficial de noticias palestina WAFA.

El grupo islamista Hamas aseguró que entre esos muertos se encuentran dos reporteros. De acuerdo al último balance del Ministerio de Sanidad de Gaza, la cifra de muertos ascendió a 39.699 y a 91.722 el número de heridos.