Una empresa láctea en Salliqueló, provincia de Buenos Aires, proyectaba la compra de maquinarias y la ampliación de la fábrica para empezar a producir leche larga vida, en busca de mayores márgenes de rentabilidad que no encuentra por otras vías, hasta que le llegó la factura de la luz. Aumentó de 4 millones a 34 millones de pesos, con lo cual la inversión quedó en suspenso hasta nuevo aviso. A otra pyme bonaerense que produce aceite, la factura eléctrica se le encareció de 1,5 millones a 15 millones de pesos545