El radicalismo de la provincia de Buenos Aires comienza a encontrar definiciones. Buenos Aires/12 pudo confirmar que el primer candidato oficial a presidir el Comité Provincia y suceder a Maximiliano Abad es Miguel Fernández. El ex intendente de Trenque Lauquen y ex candidato a vicegobernador de la provincia en las últimas elecciones buscará solidificar los acuerdos con todas las tribus radicales para ser quien encabece una lista de unidad.
El anuncio se realizó en la reunión partidaria de la tercera sección electoral que se llevó a cabo este sábado en el comité boinablanca de Almirante Brown. Allí, Abad, en su carácter de conductor del espacio Adelante Buenos Aires, trajo la noticia a los presentes. Entre ellos, el ex vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador.
De esta manera, Fernández es el primer anotado en la carrera hacia las elecciones partidarias del 6 de octubre. Un mes antes, el 6 de septiembre, es la fecha límite para la presentación de listas. Y, tal como lo esgrimen desde el Foro de Intendentes Radicales, desde Evolución y desde la tropa de Facundo Manes, la misión será unificar los criterios y alcanzar una única lista.
Así lo expresó el propio Fernández en la casa que la UCR tiene sobre la calle Bynnon en Adrogué. “Es fundamental que tengamos un proyecto colectivo y no individual”, apuntó.
Para quien compitió en las últimas elecciones en la fórmula provincial que encabezó Néstor Grindetti dentro de la lista que militó la presidencia de Patricia Bullrich, la sociedad no pretende una disputa intestina dentro un partido político. Por eso, remarca, el objetivo es sintetizar una única opción que represente a todo el radicalismo bonaerense.
Esa misión, afirman entre quienes rodean y asesoran a Fernández, se hará bajo la premisa de que el ex mandamás trenquelauquense no es el candidato de Abad, sino que se unge como el hombre que representa a Adelante Buenos Aires, un espacio con múltiples dirigentes de peso.
La búsqueda de apoyos
El camino hacia las elecciones del Comité Provincia tiene en su espalda un intenso recorrido en lo que de 2024. Ya en febrero, el Foro optó por oficializar un nuevo presidente en reemplazo de Fernández, y Maximiliano Suescún de Rauch tomó las riendas del órgano extra partidario que nuclea a los 27 intendentes de la UCR en la provincia.
Fue el puntapié inicial de un discurso que se repitió en cada uno de los encuentros subsiguientes: “Queremos una nueva manera de conducir el radicalismo en la provincia de Buenos Aires”. Algunos con más intensidad y otros con menos vehemencia, coinciden en que Abad debe dar un paso al costado producto de los resultados en los últimos comicios nacionales.
¿Por qué? Porque el radicalismo bonaerense optó por la vereda opuesta del nacional, se alió con Bullrich que, si bien ganó la interna del PRO, salió tercera en las generales y terminó de ministra de Javier Milei. Pero, si hubo un agravante constitutivo fue el hecho de volver a ser el furgón de cola del partido presidido por Mauricio Macri, tal como fue la experiencia de Cambiemos.
En el último encuentro del Foro, los intendentes dejaron asentado por escrito que, en vísperas de las elecciones, consideran que son un colectivo los suficientemente representativo como para volverse un ámbito de consulta por parte del partido. Así, buscarán ser parte de las definiciones en el cierre de listas, aunque prima la idea de encontrar una unidad.
Más allá de aquellos ruidos, el encuentro en Almirante Brown contó con el apoyo de 18 de los 27 intendentes radicales. Dos de ellos presentes: Lisandro Hourcade de Magdalena y Érica Revilla de General Arenales. Algunos ex intendentes también, como el caso de Gonzalo Peluso, predecesor de Hourcade, y Daniel Capelletti de Branden.
Además, la nómina de asistentes en Adrogué contó con los diputados nacional Fabián Quetglás y Karina Banfi, los senadores provinciales Agustín Máspoli de Chacabuco y Agustín Bordaisco de Mar del Plata, y los diputados provinciales Valentín Miranda de Trenque Lauquen y Alejandra Lorden de Saladillo.
¿Qué piensa cada una de las partes?
La lectura sobre ser furgon de cola del PRO tuvo un referente al frente de la batalla: Manes. El diputado nacional aclaró, en todo momento, que quiso ser el candidato a presidente del radicalismo. No se le dio. Durante este año, volvió a marcar sus diferencias con el partido a nivel provincial al tener un discurso combativo contra Milei y no acompañar, en primer término, la Ley Bases. Abad, por el contrario, siempre mostró una postura más amable con el Gobierno nacional.
De todas maneras, en el abadismo siempre manifestaron que los platos rotos que paga el actual senador nacional son, pura y exclusivamente, producto de un resultado electoral. “Si ganaba Patricia estaban todos con Maxi, es así”, repitió en más de una ocasión un intendente del sur de la provincia a este medio.
Además, en las filas de Abad le reprochan a Manes su personalidad inorgánica. Para quienes no comulgan con el neurocirujano, indican que su visión política está circunscripta a un personalismo que no le permite construir un espacio sólido. Es más, los dardos que le llegan desde el actual Comité Provincia dibujan un escenario de desagradecimiento por parte del diputado nacional.
Sucede que, para muchos, la elección del 2021 donde Manes obtuvo más de 1,2 millones de votos, la palanca de Adelante Buenos Aires fue sustancial. “Abad jugó a fondo para él”, indican cerca del marplatense.
Sin embargo, hoy el objetivo es saldar las diferencias. Al menos desde el abadismo, un espacio que en la Legislatura provincial convive con Evolución, la fuerza que responde a Martín Lousteau. Más allá de que a nivel nacional Abad y Lousteau tuvieron diferencias legislativas, como votar diferente sobre la Ley Bases, en la provincia de Buenos Aires el bloque de diputados que componen nunca se dividió ni amagó a hacerlo.
La única escisión que tuvo el radicalismo se dio en diciembre. La manera en la que Abad decidió presidir el bloque de la UCR a través de Diego Garciarena fue, para el manesismo, una jugada poco loable y motivó la ruptura de la bancada.