El 12 de agosto se cumplirán 50 años de la Masacre de Capilla del Rosario. A 12 kilómetros de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca fueron fusilados 14 miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Fueron sorprendidos por la policía cuando intentaron copar el Regimieno Aerotransportado 17. Medio siglo después, los autores del hecho, que ya habían sido condenados por delitos de lesa humanidad, se encuentran en libertad.

Jorge "el Villero" Ramírez es uno de los sobrevivientes. En diálogo con Salta/12 recordó los momentos previos a la Masacre. Al menos 45 militantes de la Compañía del Monte Ramón Rosa Jiménez, de entre 18 y 22 años de edad, viajaron en un colectivo desde Tucumán, con el objetivo de copar el Regimiento Aerotransportado 17 del Ejército Argentino. Llegaron el 11 de agosto de 1974 a Banda de Varela (9 kilómetros al norte de San Fernando del Valle de Catamarca), donde se disponían a usar uniformes militares y levantar el armamento que sería utilizado en el operativo. 

En el lugar fueron interceptados por efectivos de la Policía de Catamarca que bajaron en dos patrulleros: "abajo todo el mundo, la Policía", dijeron. Se hizo un silencio entre los militantes y el jefe al mando ordenó preparar las armas. Ese resultó el primer enfrentamiento entre los policias y los miembros del ERP. "Nosotros tiramos, ellos nos tiran, a corta distancia. Ahí mueren dos compañeros nuestros", memoró Ramírez.

En un momento de pausa en el enfrentamiento, los militantes del ERP rompieron la parte de atrás del colectivo para poder salir. Al menos 28 militantes se desplegaron en distintos lugares. "Nosotros calculamos que era una encerrona. No estábamos bien ubicados, no sabíamos lo que estaba pasando", siguió recordando Ramírez. El grupo en el que estaba Ramírez terminó encontrándose con un grupo que había ido hacia el sur. Allí advirtieron que uno de ellos estaba gravemente herido.

A las 7 de la mañana del otro día (12 de agosto) llegaron a la ciudad y se dieron con una emboscada: "tres agarraron para un lado, tres para otro, y la policía se dedicó a correr a los otros tres, que los apresan, después de un tiroteo que hubo". Quienes pudieron huir fueron en dirección a Tucumán, pero un avión que recorría la zona los divisó y fueron interceptados. Les sacaron las armas, los detuvieron y los llevaron a la Jefaterura de Policía: "se ve que no tenían orden de fusilarnos", dijo Ramírez.

En ese lugar fueron golpeados con extrema violencia, y recién después se dieron cuenta de que ya eran nueve los detenidos. Luego llegaron otros que habían sido apresados en la zona de Capilla del Rosario. Ahí se supo que un grupo de 14 militantes estaba rodeado en la zona de Capilla. Ramírez contó que varios abogados fueron a hablar con las autoridades del Ejecutivo provincial, cuyo gobernador era Hugo Alberto Mott. Se ofrecieron como mediadores para que los militantes se entregaran, pero las autoridades lo rechazaron: les dijeron "no se metan", porque estaba la orden de Isabel Martínez de Perón "de aniquilamiento, o sea, que los iban a fusilar", recordó Ramírez. Entonces "se produce la masacre. Los rodean y los masacran". 

Sabiéndose rodeados, los militantes habían decidido salir con una bandera blanca, pero a medida que iban saliendo los iban fusilando uno por uno, a una distancia de tres o cuatro metros. "Así fusilan a los 16", memoró Ramírez. 

De los 14 fusilados, fueron identificados 13: Antonio del Carmen Fernández, Hugo Cacciavillani, Rutilio Betancourt, Luis Roque López, Rogelio Gutiérrez, José María Molina, Mario Héctor Lescano, Juan Carlos Lescano, Juan Olivera, Roberto Jerez, Héctor Moreno, Luis Billinger, Raúl Sianz, Pedro Urbano y Alberto Rosales. La mayoría de los cuerpos fueron retirados por sus familiares, cuatro fueron sepultados como NN en el cementerio de Catamarca. Ya entrado el 2010, tres de esos cuerpos fueron identificados: Rosales, y los uruguayos Betancourt y Cacciavillani, después repatriados. 

Tras la masacre, aún había 12 personas detenidas que fueron llevadas por más de un mes a la cárcel de Catamarca. Siguieron en esa condición durante 10 años. Tras el retorno a la democracia, fueron liberados después de que realizaran una huelga de hambre, que se prolongó desde el 5 de mayo al 11 de junio 1984, denunciando que eran presos políticos. 

Recontruir la propia historia

Uno de los fusilados fue Antonio del Carmen Fernández, conocido como "Negrito", nacido en Tucumán, fue un sindicalista argentino, militante del PRT y guerrillero del ERP. Tuvo un hijo, Andrés Antonio, junto a Graciela Maorenzic, desaparecida el 21 de marzo de 1975, en Córdoba. 

Andrés Antonio Fernández habló para esta nota: contó que entre los distintos sentires que lo atraviesan, lo único cierto es que le "costó casi 25 años recuperar la identidad de los restos de mi papá, porque ahí recuperé mi apellido".

Carrizo Salvadores (izquierda) y Mario Nakagama (derecha). 

Por eso que Andrés guarda un profundo agradecimiento a los sobrevivientes, ya que "fueron ellos los que a mí me iban contando quién era mi papá". Eso posilitó "construir la identidad de los que intentaron desaparecer. La identidad de esa generación de los 60-70, que llegan a disputar el poder político con diferentes formas de ver el mundo". 

El hijo del "Negrito" exige la continuidad de los juicios de lesa humanidad, y pone énfasis en que los autores de la Masacre de Capilla del Rosario continúan en libertad. El 8 de octubre de 2013 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca condenó a prisión perpetua a los militares retirados Carlos Carrizo Salvadores, Mario Nakagama y Jorge Ezequiel Acosta, por el fusilamiento de los 14 miembros del ERP en Capilla. El tribunal entendió que estos hechos configuraban delitos de lesa humanidad.

Sin embargo, el 9 de junio de 2016 la Cámara Nacional de Casación Penal revocó esta sentencia y los absolvió. La decisión fue apelada. En 2017, el procurador general Eduardo Casal consideró que la Corte Suprema de Justicia de la Nación debía revocar las absoluciones y confirmar la condena. Pero en marzo último el máximo tribunal nacional rechazó este recurso en queja y cerró toda posibilidad de una condena para los militares que tuvieron roles destacados en la Masacre.

El acto homenaje a las víctimas será este lunes 12, desde las 15. Habrá desde la Casa de la Memoria al Sitio de Memoria "Capilla del Rosario", ubicado sobre la ruta provincial 1.