Después de muchos intentos fallidos a lo largo de décadas, Santa Fe se encamina a encontrar la salida para contar con una ley de promoción cultural a través de aquella tan polemizada, durante años, figura legal de mecenazgo que podría ayudar a potenciar y regular la participación privada en esta materia. La crisis económica, el desfinanciamiento público, y las enormes necesidades para hacer frente a la desigual distribución de recursos terminó siendo la llave para un tratamiento que, en potencial y a priori, estaría en condiciones de ser veloz y comenzar esta misma semana a ser abordado en la Legislatura.

Existen en carpeta cuatro proyectos con estado parlamentario, condición necesaria para ser discutidos, eventualmente aprobados por el pleno de Diputados logrando una media sanción, llegar al Senado, y ser girados al Ejecutivo para ser reglamentados y promulgados. El camino es largo y sinuoso, no obstante, “la voluntad está”. En eso coinciden referentes de los poderes Ejecutivos locales y provinciales así como de la Cámara de Diputados, consultados al respecto por Rosario/12.

“Considero importante que la provincia tenga una ley de mecenazgo como también una ley audiovisual. Son condiciones que hoy, al no tenerlas, afectan el normal funcionamiento de la industria y de muchos de los proyectos culturales”, indicó el Secretario de Cultura de Rosario, Federico Valentini, quien se mostró optimista de lo que viene: “Tengo la convicción que será esta gestión la que avance en el tratamiento de esas dos leyes fundamentales para el sector y el desarrollo de la provincia”.

Desde el Ministerio de Innovación y Cultura hicieron pública la decisión de avanzar por el camino del acuerdo político confiando que se logró intervenir y participar con sugerencias y propuestas sobre el contenido y el articulado de un proyecto de los cuatro vigentes en la Legislatura. “Acompañamos este tipo de iniciativas ya que nos parece una buena herramienta para formalizar la participación del sector privado en la cultura; que sea más transparente y ordenada desde una ley que pueda estar en vigencia siempre y cuando los Estados puedan seguir garantizando estándares altos no solamente de acceso a la cultura sino también de fomento, estimulo, formación, circulación, descentralización y democratización cultural”, señaló Paulo Ricci, secretario de Desarrollos Culturales del Ministerio de Cultura de Santa Fe.

Mientras la ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene su ley desde hace casi veinte años, en Santa Fe existieron, en las últimas décadas, proyectos de idéntica naturaleza que naufragaron sin pena ni gloria. “Hoy hay consensos”, insistió Valentini. Y agregó: “Creo que nunca es tarde y hoy es más fundamental en relación al escenario nacional. Con esta herramienta tendríamos una participación activa del sector privado que permitiría llevar adelante muchos de los proyectos que se necesitan”.

La instalación del tema vuelve, indefectiblemente, de la mano de una marca oscura de esta época: la crisis económica. “Nos preocupa -dijo Ricci- el notorio retiro y retracción del apoyo del Estado Nacional a diversas políticas culturales. El sostenimiento, la discontinuidad, y el desfinanciamiento nos muestra que no está funcionando como debiera”. Por tal motivo, indicó, “toda noticia que pueda significar un aporte, en este caso del sector privado a la cultura, no deja de ser interpretado como una buena noticia”. Y sostuvo que su implementación potenciará “un entramado de políticas públicas culturales con los estados provinciales, municipales y con la Universidad”.

Tres de los cuatro proyectos que aguardan tratamiento en el recinto fueron presentados en el primer semestre de este año. Las y los autores fueron Juan Argañaraz (Somos Vida y Familia), Varinia Drisun (Partido Socialista) y Germán Scavuzzo (Radicales libres). Mientras que el restante corresponde a Palo Oliver (Frente Amplio por la Soberanía) y data de 2023. Todos promueven una política tributaria cuyo objetivo es apoyar la gestión cultural a través de instrumentos de financiamiento que permitan realizar proyectos culturales mediante el aporte económico.

“Estamos tratando de sintetizar los cuatro proyectos en un texto único. Para eso comenzamos trabajando bastante con la diputada Drisun y gente del Ministerio de Cultura. Queremos sacar un proyecto consensuado”, contó el diputado Scavuzzo a este medio.  “Creemos que favorece el desarrollo de la cultura y el sostenimiento del patrimonio cultural a partir de favorecer la inversión de los privados que obtienen un beneficio fiscal a partir de esa inversión en cultura”, contó el autor de una de estas propuestas que, para su génesis, tuvo la apoyatura de la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, y de Valentini.

Discusiones sobre el funcionamiento y la legitimidad del mecenazgo cultural atravesaron, desde siempre, la implementación de estas leyes en el mundo. Sucedió en España para mitad de los 90 y se replicó en Buenos Aires una década después con consignas similares que abrieron una grieta: sector privado versus Estado y mecenas versus filantropos.

“En Rosario, la semana pasada, pudimos ver el estreno de una película en el cine El Cairo, (“La Sociedad del Afecto”) que retrata la figura de (María de los Ángeles) Chiqui González. Esa fue una película filmada con apoyo de mecenazgo de Buenos Aires y del Ministerio de Cultura de Santa Fe. Fijate cómo el Estado santafesino, sumado al mecenazgo de Buenos Aires, hicieron posible una película que claramente tiene una identidad santafesina y rosarina”, ejemplificó Ricci.

El funcionario provincial, quien refiere conocer de cerca el proceso de puesta en funcionamiento de la ley de mecenazgo en Buenos Aires ya que, contó, estuvo durante ese tiempo a cargo de un espacio cultural independiente en esa ciudad, fue categórico al recordar la experiencia: “No significó para nada la retracción de las políticas culturales públicas del Estado. Buenos Aires sigue siendo una de las ciudades con mayor presupuesto público destinado a la cultura que siempre estuvo bordeando el 5 o 6 por ciento del total del Estado. En la provincia de Santa Fe no estamos ni cerca de ese número aún con todo el desarrollo y la cantidad de espacios que tomamos. Y nunca ellos han dejado de funcionar con los organismos de fomento y estímulo. La ley de mecenazgo vino a sumar”.

El viceministro de Cultura  de Santa Fe agregó: “Es una oportunidad inmejorable la que tenemos para que este proyecto pueda avanzar”. Y contó: "Con el intercambio que desde el Ministerio de Cultura tuvimos con las y los legisladores hemos dejado en claro que sería una buena noticia para el sector e incluso para el Ministerio porque es una sumatoria de partes las que se necesitan poner en sintonía para, hoy, poder ayudar en un momento tan crítico como el que atraviesa la cultura a nivel nacional”.

“Espero que se terminen de alinear los planetas. La cuestión legislativa me excede pero hemos sido muy claros en que nos parece una buena noticia e iniciativa. Y propusimos a la Comisión de Cultura (de la legislatura) que se trabaje en la unificación de proyectos para mejorar todo lo que se pueda y que haya consenso sobre un único y pueda salir adelante”, contó Ricci.

Es fundamental resaltar que la ley no compite con la función innegable del Estado: Viene a complementarlo y a democratizar el uso del dinero público porque le permite al empresario o al contribuyente de los impuestos a los Ingresos Brutos poder destinar parte de esa contribución fiscal que realiza a un fin objetivo que será el desarrollo de la cultura en la provincia. 

Con el visto bueno de todos los sectores para avanzar en un texto unificado, Scavuzzo contó que para llegar al recinto podría faltar muy poco: “Veo buena predisposición para que el proyecto salga. Nosotros lo tenemos que dictaminar en Cultura, luego pasará a la Comisión de Presupuesto y de allí al Pleno para que se vote. Sí podemos lograr consensos, quizá la semana próxima (por esta) que tenemos (reunión de) comisión ya podamos dictaminar. Necesitamos una redacción común y que todos estemos de acuerdo”.

En números, el sector cultural es un motor generador de riqueza con fuerte impacto social. “Cuando hablamos de recursos impositivos muchas veces se ponen de privilegio otras cosas y se deja de lado la necesidad que tiene la sociedad y el Estado en su conjunto de sostener a la cultura como un bien social. En el pasado no se pusieron de relevancia lo suficiente pero hoy la situación es otra y veo con mucho optimismo que el proyecto esta vez sí salga”, cerró el legislador.

 

Consultado por sí considera que fue, o es, un tabú el tema del mecenazgo en Santa Fe, Valentini opinó: “Creo que no es tiempo para ningún tabú”. Y profundizó su idea llamando a que “no tengamos tabús ni en la articulación público-privada, ni en el rol del Estado en la cultura, ni en el rol del sector independiente y del autogestivo. Son tiempos de defender las construcciones y eso se logra con lo público, con lo privado, con lo independiente y con lo autogestivo. Siento que ahora hay consensos en las Cámaras para tratarlo. El mecenazgo tiene como prueba resultados exitosos que en Santa Fe debemos tomar y replicar”.