La interna libertaria sumó un nuevo capítulo: la diputada por la Libertad Avanza, Rocío Belén Bonacci, apuntó contra sus compañeros de bloque en medio de una polémica sesión parlamentaria: "Todos cagones", lanzó. Asimismo, la legisladora -quien participó de la visita a los genocidas- criticó la falta de liderazgo dentro del espacio, y acusó a algunos de "fingir demencia".
“La diferencia es que yo salí a los medios a decir la verdad”, comenzó su mensaje Bonacci, publicado en su cuenta de X, exponiendo la discrepancia entre la comunicación pública y las conversaciones “off” dentro del partido. En este sentido, acusó a varios de sus colegas de ser “cagones” por preferir el anonimato.
“Y lo que esta pasando, es que, el único que debería dirigir el bloque, y dar explicaciones a la prensa del desarrollo de las sesiones (caídas o no) es el diputado Gabriel Bornoroni, pero no es lo que sucede. Nada en este espacio es normal”, continuó.
Además, la legisladora respondió a las acusaciones de Lilia Lemoine, que calificó como "falaces". “No solo miente sino que además busca manchar nuestro trabajo. Como buscó manchar la reputación de colegas mujeres de este mismo bloque, contando intimidades y vaya a saber uno que más”, señaló.
Y destacó: “Venimos armando el espacio desde 2019, y algunos partidos como el que represento (UNITE) desde hace 30 años”.
En tanto, llamó a la unidad y a una comunicación más honesta y horizontal dentro del bloque. “Ninguno de nosotros es dueño absoluto de las ideas de la libertad, pero todos somos responsables que la esperanza no se caiga. Sin conducción y orden no se puede”, apuntó.
Es preciso recordar que Bonacci es una de las que inició la interna en el bloque oficialista al responsabilizar directamente al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, por la visita de los seis diputados al genocida Alfredo Astiz, en el Penal de Ezeiza.
"Aparantemente, tenía el ok de Martín Menem y de Casa Rosada", soltó en una entrevista televisiva y agregó: "Mi mayor error fue confiar en un colega de turno",al intentar despegarse de la visita a los represores, por lo que podría enfrentar un pedido de expulsión en la Cámara baja.