Un incendio en la torre de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, levantó todas las alarmas durante este domingo. Pero recientemente, autoridades rusas y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguraron que no presenta un impacto para la seguridad.
Ucrania y Rusia se responsabilizan mutuamente del incidente. Ambos países declararon que no se detectó un aumento en los niveles de radiación alrededor de la central, que está ocupada por las tropas rusas desde el inicio de su ofensiva militar en Ucrania hace dos años y medio.
"El bombardeo de la ciudad de Energodar por las fuerzas armadas ucranianas provocó un incendio en el sistema de refrigeración", declaró el gobernador prorruso de la región, Yevgeny Balitsky, en Telegram.
La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, se encuentra en Energodar, a lo largo del río Dniepr, que representa la línea del frente natural entre los beligerantes.
El ministro de Interior ucraniano, Igor Klimenko, indicó por su parte que estaba "vigilando atentamente" la situación desde las estaciones de vigilancia cercanas a la central. "No hay peligro de explosión de vapor u otras consecuencias", dijo.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, escribió en las redes sociales que "los ocupantes rusos iniciaron un incendio" en la planta. "Actualmente, los niveles de radiación están dentro de lo normal", añadió.
En un video publicado por Zelenski se ve una columna de humo negro saliendo de una de las torres de refrigeración de la central.
Ucrania acusa a Rusia de haber militarizado el lugar al instalar armas pesadas en el interior del perímetro de la planta.
"Ningún impacto para la seguridad nuclear"
El domingo por la noche, el OIEA, que cuenta con un equipo de expertos en el lugar, afirmó que "no se informó de ningún impacto para la seguridad nuclear" tras el incendio.
Los expertos de OIEA "vieron salir una densa humareda negra del área norte" del sitio tras haber oído "múltiples explosiones por la noche", indicó la agencia de la ONU en X.
El OIEA señaló además que la central le informó de "un presunto ataque con dron en una de las torres de refrigeración".
El gobernador Balitsky señaló igualmente que "la radiación ambiental" alrededor del sitio era normal. Las seis unidades de la planta se encuentran detenidas como medida de seguridad.
El mencionado organismo instó en varias ocasiones a la moderación, ante el temor de que una acción militar imprudente pueda provocar un accidente nuclear importante en la central.
