Cuando China compra oro, se lo lleva a China. Cuando Alemania compra oro, se lo lleva a Alemania. Lo mismo Estados Unidos. En cambio, el gobierno de Javier Milei acaba de mandar cuatro embarques del oro del Banco Central a Londres. Lo hizo en cuatro partes porque, justamente, reconoce el peligro de los embargos. Y, además, porque los seguros le ponían un límite al volumen enviado. 

El gesto de “entregar el oro”, se asimila mucho al que, desesperado, empeña las joyas. Así lo interpretan quienes piensan en invertir u operar con la Argentina, que analizan la movida como un gesto de enorme debilidad. Otros creen que, aun más grave que mandar el oro, es la forma en que la administración Milei-Luis Caputo vende dólares de las reservas, rematando el escaso colchón que tiene. 

Recién a fin de mes, el Gobierno le contestará oficialmente al titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, revelando cuánto mandó (unos 500 millones de dólares en lingotes), adónde (los vuelos fueron a Londres) y, sobre todo, para qué. Una hipótesis es que el oro servirá de garantía para un nuevo crédito, o sea más endeudamiento del país.

Página/12 consultó con tres ex presidentes del Banco Central y con el propio Palazzo para analizar la polémica ruta del oro emprendida por Milei.

Breve e insólita historia

“La Argentina tenía en el Banco Central oro comprado en 1935 y en años sucesivos -contó Alejandro Vanoli, ex titular del Central a este diario, con compras que siguieron  durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón. Todo ese oro se vendió en los años 90, durante la convertibilidad, a precios bajos, muy bajos. De manera que el Central se quedó sin oro en las reservas cuando llegó el año 2000. Quien empezó a comprar fue Néstor Kirchner, como una base sólida de respaldo del país”.

La última compra de oro se hizo cuando la titular del Central era Mercedes Marcó del Pont, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El problema era la bestial ofensiva de los fondos buitres para embargar el oro, de manera que el metal no se trajo a la Argentina: se dejó depositado en Londres, a nombre del BIS (Bank of International Settlements) de Basilea y del Banco de Francia. Se consideró que traerlo era un riesgo por el peligro de embargo en tránsito. Ambas entidades -Basilea y Francia- operan como bancos centrales de bancos centrales, o sea que no se sabe de quién es el oro que depositan en Londres, el lugar donde están físicamente los lingotes. Eso dificulta el embargo.

Sin embargo, Marcó del Pont le contó a Página/12 que los buitres hostigaron a los bancos centrales "y el oro no se trajo para minimizar los riesgos". Abogados que trabajaron en los litigios, revelaron a este diario que la ofensiva de los buitres era tal que intentaban notificar a los directivos del Banco de Francia y el Banco de Basilea en los aeropuertos y hasta por la calle. Eran tiempos en que el juez era Thomas Griesa. El acoso de los buitres fue tan grande, que el Banco de Basilea terminó pidiéndole a la Argentina que retire el oro. Pero el Central no podía mover el metal, porque lo embargarían en tránsito.

Durante el gobierno de Mauricio Macri ya hubo una intentona de trasladar el oro que está en el Central. Según se dice, la jugada era impulsada por Federico Sturzenegger, pero perdió el puesto antes que se concretara la movida.

El gobierno de Milei lo hizo.

Estado de derecho inestable

Miguel Pesce, que fue presidente del Central hasta diciembre, es benevolente con el sistema judicial internacional: “tiene grises y por eso los peligros de embargo e indisponibilidad de los recursos son ciertos”.

Todos recuerdan vulneraciones que derivaron en embargos de oro:

*El más impactante, cuando le embargaron el oro a Islandia. Usaron una ley británica antiterrorista de 2001, declararon a Islandia como estado terrorista -un verdadero delirio- y se quedaron con el metal depositado en Londres. Sucedió que los bancos islandeses habían quebrado después de la crisis del Lehman Brothers y se usó el artilugio de la ley antiterrorista para el embargo. 

*"La complejidad de los sistemas jurídicos provocó que la Argentina tuviera 100 millones de dólares embargados durante muchos años en Estados Unidos, pese a que la ley norteamericana decía que las reservas de los países son inembargables. La Corte de USA nos dio la razón, pero esos fondos habían pasado años bloqueados”, cuenta Pesce.

*Hoy en día, se afirma que hay fondos y oro bloqueados de Venezuela y de Rusia, pese a tratarse de reservas.

De manera que el peligro de embargo es real. "El mundo no es seguro y el mejor lugar es la bóveda del Banco Central, dobles paredes, acero, sensores diversos", insiste Pesce.

El viaje del oro

Palazzo cuenta que los cargamentos fueron cuatro. Las fechas aproximadas fueron 7 de julio, el 20, el 29 y a principios de agosto. El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció el envío con el siguiente argumento: “es una movida muy positiva del Central. Es mucho mejor tener el oro afuera, donde te pagan algo”.

Al mismo tiempo, el hecho de que hubiera cuatro embarques indica que hasta las propias autoridades piensan que existe cierto peligro de embargo en tránsito. Se dividieron los envíos para reducir los riesgos. También se menciona que no se quiso enviar todo junto porque las sumas excedían los seguros que tienen las compañías aéreas.

El hecho mismo que no le hayan contestado todavía el pedido de información a Palazzo muestra el tembladeral: una movida desaconsejada, insegura y orientada a jugarretas financieras peligrosas.

Es oro lo que brilla

Vanoli afirma que en estos tiempos los países tienden a la desdolarización o sea a asegurarse con reservas sólidas como la del oro. “Renunciar al oro exhibe desesperación”, sostiene el ex funcionario. Palazzo fue más gráfico en este diario: “es llevar las joyas de la familia a la calle Libertad”. Ahora, agrega, “aparecemos rascando la olla. Mostrás que no estás sólido”.

Como es público y notorio, las hipótesis son dos:

*Que se utilizará el oro para una operación que se denomina de repo. Se vende el metal con un compromiso de recompra, por ejemplo, a un mes. Con el dinero se hacen operaciones muy seguras y al transcurrir los 30 días, se paga la recompra. Si no se concreta esa transacción, es un papelón. El interés es exiguo.

*La segunda hipótesis es que se usará el oro como garantía de un préstamo de un grupo de bancos internacionales. Eso, obviamente, significa un nuevo endeudamiento de la Argentina.

Pero, hasta ahora, la dupla Milei-Caputo mantiene el secreto. Cualquiera puede imaginar la sucesión de tapas y escándalos si algo similar lo hubiera concretado un gobierno progresista. De hecho lanzaron alarmas durante el gobierno de Alberto Fernández: "se roban el oro", era la consigna.

Para agravar el panorama de la maniobra, los ex titulares del Central coinciden en que el envío de oro a Londres es apenas un aspecto de lo que hace la gestión libertaria. “Igual o peor es cómo juegan con los dólares de las reservas. Gastarse las reservas cuando están tan flacas es grave. Gravísimo”, dicen quienes estuvieron al frente del banco de bancos.