Con el último aumento en la tarifa de colectivos decidida por el presidente de Javier Milei, un trabajador bonaerense promedio gastará más del 20 por ciento de su sueldo en transportes. Y en caso de que se concrete la anunciada eliminación del Boleto Integrado, que aplica descuentos por cantidad de unidades utilizadas, el gasto en viajes podría corroer el 40 por ciento de un salario promedio.
Los números revelan que la quita de subsidios resuelta por la administración de La Libertad Avanza (LLA) no se trata de un mero revés a los presupuestos de los gobiernos de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires sino, sobre todo, de un durísimo golpe a los ingresos de la clase trabajadora.
Con la suba del boleto a 371,13 pesos, un empleado promedio que vive en la provincia gastará una quinta parte de sus ingresos en viajar. El resto le quedará para vivir con sus ya recortados gastos cotidianos: alimentación, pago de servicios públicos, vestimenta y alquiler, entre otros ítems.
“Cuando la tarifa rondaba los 60 pesos (52,96 en noviembre de 2023), lo que un bonaerense con salario promedio gastaba en boletos era el 3 por ciento de su salario. Ahora estará por encima del 20” por ciento, comparó el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio.
Esto evidencia que “esta política no funciona ni acá ni en ninguna parte del mundo”, consideró el funcionario provincial cuya cartera se encargó de calcular el impacto que el nuevo aumento de colectivos acarreará en un trabajador de la provincia que toma dos o tres transportes para llegar al trabajo en Capital Federal.
El fin del Boleto Integrado, otro golpe al bolsillo de los trabajadores
Según esos cálculos, la situación empeorará si el gobierno nacional concreta su amenaza de eliminar el programa de Boleto Integrado, algo sobre lo que el gobierno de Axel Kicillof viene advirtiendo desde hace días luego de que la semana pasada el ministro de Economía, Luis Caputo, le enviara una carta anunciándole el fin de ese beneficio.
Boleto Integrado es el sistema por el cual un usuario que utiliza más de un transporte en un lapso de dos horas recibe descuentos escalonados. Al primer viaje lo paga el 100 por ciento, pero en el segundo recibe un descuento del 50 por ciento y en el tercero otro del 75 por ciento.
Si estos descuentos se eliminan, el trabajador del Área Metropolitana de Buenos Aires afectado por el aumento de hoy duplicará el gasto del 20 por ciento de su salario en boletos. Pero la cosa podría ser peor:
“Si se quita el boleto integrado, el incremento será del 25 por ciento del sueldo si toma dos transportes. Pero si toma tres, el gasto será del 40 por ciento” de lo que gana por mes, indicó D’Onofrio en diálogo con Radio 10. Es decir, casi la mitad del salario para ir y volver del trabajo.
La Provincia hasta ahora mantiene su compromiso de subsidiar las 256 líneas que circulan bajo su órbita y suman un total de 9 mil unidades. Pero la pelea la da por el Boleto Integrado. El miércoles de la semana pasada elevó un reclamo al gobierno nacional por esos fondos.
Pero “más allá de los números, lo que no tenemos es la capacidad legal” para mantener los descuentos escalonados que ofrece ese programa, explicó el funcionario. Lo que ocurre es que “Boleto Integrado es un programa de Nación incluido en el presupuesto nacional y que tiene partidas e impuestos para subvencionar. La Provincia tiene su presupuesto pero no ese programa”, planteó.
Los boletos en el AMBA y en el interior
Además, el ministro de Transporte bonaerense salió al cruce de los argumentos con los cuales el gobierno nacional justifica tanto el aumento de los pasajes como la quita de subsidios. “Quieren poner al AMBA en un plano similar al de otras ciudades del interior, donde los boletos son más caros y en algunos casos llegan a los mil pesos", se quejó.
“En el interior es más caro, sí. Pero con las combinaciones (que hace un trabajador bonaerense que trabaja en Capital Federal), los costos son mayores” que en las provincias, comparó.
El funcionario también puso de relieve otro de los perjuicios que causó la política de aumentos en el transporte aplicada por Javier Milei. Hubo empresas que no puedieron sostener los gastos del servicio y por lo tanto eliminaron algunas frecuencias.
“Hoy estamos con frecuencias bajas y algunas eliminadas con mal criterio del Gobierno, que hizo una cuenta rara para establecer los horarios pico”, porque tomó como parámetro a los viajes que podría realizar alguien que vive en la ciudad pero no el de un trabajador que vive en provincia.
Esto evidencia que “cada vez se está más lejos del prometido bienestar al final del túnel”, concluyó.