Un gran incendio forestal, con un frente de 40 kilómetros, siguió acercándose este lunes hacia el norte de Atenas, donde han tenido que ser evacuadas unas 50.000 personas, mientras el gobierno ha pedido ayuda a la Unión Europea para combatir un fuego que ha calcinado ya 10.000 hectáreas.
Más de 700 bomberos, con 200 camiones, 17 aviones y 15 helicópteros cisterna operaron este lunes en una amplia área al norte y el este de la capital para tratar de detener el fuego que se inició ayer domingo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunció este lunes que cuatro países de la Unión Europea enviarán a Grecia medios terrestres y aéreos para ayudar en las tareas de extinción.
"Estamos del lado de Grecia en su lucha contra los incendios devastadores. La Unión Europea envía apoyo de su flota 'rescEU': dos aviones de Italia y un helicóptero de Francia. También se han desplegado equipos de bomberos de Chequia y Rumania", dijo la presidenta del Ejecutivo europeo en un mensaje en su cuenta de X.
El fuego llega ya a Atenas
La situación ha sido extremadamente difícil este lunes en las zonas urbanas de Vrilisia y Jalandrí, a unos 13 kilómetros al noreste del centro de Atenas, y donde decenas de casas y empresas quedaron calcinadas.
Los bomberos han centrado sus esfuerzos tanto en esta zona como en las localidades de Nea Penteli y Paliá Penteli, donde también ardieron residencias, negocios y una escuela.
Más al norte, bomberos y voluntarios ayudados por vehículos cisterna de los municipios afectados siguieron luchando contra varios frentes cerca de las localidades de Diónisos, Maratón, y Varnava.
Trece personas fueron atendidas por problemas respiratorios leves, mientras que un bombero fue hospitalizado "con quemaduras graves en los pies y las manos" y otro sufrió quemaduras leves, informó el cuerpo de Bomberos.
Durante la pasada noche y esta mañana, equipos especiales de la Policía griega han rescatado a unas 250 personas que quedaron atrapadas, la mayoría en sus hogares, en las zonas afectadas, según la emisora SKAI.
Tres hospitales --uno infantil con 24 niños, otro militar y un tercero con 23 pacientes-- y varios campamentos infantiles han tenido que ser evacuados de la zona de Penteli, mientras que en Vrilisia se escuchaban constantemente explosiones mientras las llamas avanzaban por almacenes y otras instalaciones.
Condiciones adversas
"Los vientos son muy intensos y no nos está ayudando tampoco la morfología del terreno ni la vegetación, que son principalmente pinos y acebos que se queman rápidamente", dijo a EFE una portavoz de los bomberos. Y un jefe de brigada aseguró que los vientos eran de hasta siete en la escala de Beaufort, lo que indica una fuerza de vendaval moderado.
Otra cosa que complica las tareas de combate del fuego son las piñas, que explotan y vuelan lejos de los pinos ardientes de los que se desprenden por el calor. Muchas de estas piñas están llevando el fuego a casas bastante distantes de los focos ardientes.
Aunque los incendios a las afueras de Atenas fueron muy frecuentes en los últimos años durante el verano, esta es la primera vez que un fuego se propaga tan cerca del centro de la capital, dentro del tejido urbano de la ciudad.
Si bien las temperaturas actuales son más o menos normales para la temporada, dos olas de calor extremo que sufrió el país en junio y julio, con temperaturas que sobrepasaron en algunas regiones los 44 grados, han secado la vegetación, lo que aumenta el riesgo de incendios.
Grecia sufrió también el año pasado un fatídico verano durante el cual decenas de incendios quemaron una cifra récord de 160.000 hectáreas (el 1,21 % de su territorio), mientras que 28 personas perdieron la vida a causa de las llamas.