El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) propuso declarar la emergencia laboral por 180 días para el sector periodístico en todo el país ante la amenaza de despidos masivos, que se agregarían a los 2500 puestos de trabajo perdidos en los dos últimos años. La propuesta se realizó ante el plenario de comisiones de Comunicación y Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, donde expusieron los trabajadores de la agencia de noticias DyN. Sus principales dueños (Clarín y La Nación) convocaron a reunión de accionistas para “disolver” la sociedad lo que dejará a 100 periodistas sin trabajo.
Por otro lado, los trabajadores de la agencia estatal Telam denunciaron “el vaciamiento del área publicitaria” encargada de “controlar la pauta publicitaria oficial” que entre el gobierno nacional, bonaerense y de la Ciudad “manejan 8 mil millones de pesos por año sin control” y en una forma discrecional que “pone en peligro la pluralidad de voces”. Pese a este grave panorama, desde Cambiemos consideraron que los medios de comunicación “deben dejarse librados al mercado”. El proyecto de Sipreba fue respaldado por el presidente del bloque de diputados del FpV-PJ, Héctor Recalde; representantes del FIT, como Juan Carlos Giordano (IS), Natalia González Peligra (PTS) y Soledad Sosa (PO); Araceli Ferreyra (Movimiento Evita) y sectores del massismo.
La única voz disonante en el plenario convocados por los presidente de ambas comisiones –Juan Brugge (UNA) y Remo Carlotto (PpV-ME)– fue la del oficialismo. La radical Karina Banfi se encargó de leer una extensa carta del interbloque oficialista. “La jurisprudencia consideró que dejar librado al mercado el funcionamiento de los medios de comunicación y solo intervenir a través de las leyes que defienden la competencia es la mejor forma de garantizar una manera equitativa del acceso de los ciudadanos a los medios masivos de comunicación”, dice uno de sus párrafos.
“Es interés de este gobierno garantizar la libertad de expresión, la pluralidad de ideas y de voces en los medios de comunicación social pero sin asumir el rol de padre protector de industrias en crisis”, leyó Banfi y cuestionó la convocatoria con una pregunta: “¿Podemos asegurar que este tema se trata de una violación a la libertad de expresión o en realidad es una crisis del modelo de negocios?”. La carta del oficialismo fue repudiada por los legisladores opositores y Banfi respondió al mejor estilo Elisa Carrió: insultó a quienes la cuestionaron y llamó “payaso” al diputado Giordano.