Las perspectivas de crecimiento para la Argentina se vuelven cada vez más complejas. La Cepal empeoró este martes el pronóstico del PIB este año, debido al impacto que están teniendo las políticas de ultra ajuste del gobierno de Milei. El organismo señaló que la proyección de contracción para la Argentina es peor que la estimada en mayo: ahora prevé una fuerte caída del 3,6%, desde el 3,1% previo. También revisó a la baja el desempeño de México: 1,9%, desde el 2,5% de mayo. De esta manera, se suma también a las peores estimaciones que ya había difundido el FMI.

La Cepal empeoró también la proyección de crecimiento regional para 2024, de un 2,1% a un 1,8%, en un contexto internacional incierto, según el organismo que depende de Naciones Unidas. "América Latina y el Caribe tendrá una trayectoria de bajo crecimiento determinado por un elevado nivel de inflación y tasas de interés que se mantienen altas a nivel mundial", sostuvo la Cepal.

"Esta situación puede verse agravada por una posible exacerbación de las tensiones geopolíticas y comerciales, así como por el empeoramiento de los efectos del cambio climático", destacó el organismo. En el plano regional, el organismo aseguró que el crecimiento "se ve obstaculizado por una pérdida de poder adquisitivo de los hogares" y por "la postura restrictiva de la política monetaria" -con tasas altas-, que afecta la demanda interna y desincentiva la inversión.

Según el informe en la década 2015-2024, los países de América Latina han mostrado un crecimiento económico bajo, con una tasa promedio del 0,9%. La CEPAL proyecta un crecimiento de la región para 2025 de 2,3%.Para Brasil, la mayor economía regional, la Cepal mantiene para este año una proyección de 2,3% de expansión del PBI. La proyección de Colombia también se mantiene igual, en 1,3%. En tanto, para países como Venezuela (5,0%), Chile (2,6%), Perú (2,6%), Costa Rica (4,0%), Nicaragua (1,9%), El Salvador (3,55) y República Dominicana (5,2%) mejoró la proyección.

Las peores perspectivas de crecimiento para la Argentina que ve la Cepal están asociadas con el efecto de políticas ultra contractivas que lleva adelante el gobierno, entre las cuales figural el plan de recorte fiscal y de emisión cero.

Las proyecciones de caída del PIB en aumento fueron compartidas en las últimas semanas por otro de los informes de los organismos internacionales. Puntualmente, el Fondo Monetario Internacional empeoró las perspectivas de crecimiento de Argentina para este año y pronosticó que la economía caerá un 3,5%, aún más del 2,8% de recesión que había previsto en abril. Al mismo tiempo, la inflación trepará a 140% anual en 2024, desde el 211% registrado en 2023.

Estas cifras se difundieron en Washington durante la actualización de julio del Informe de Perspectivas Globales (conocido como WEO, por sus siglas en inglés) donde revisa los pronósticos de crecimiento de los países miembros para ver si se produjeron cambios en las economías desde el último informe difundido en abril, en el contexto de la Asamblea de Primavera.

"El programa fiscal y monetario están yendo en el camino de mantener bajo control a la inflación, pero tuvo un impacto en la actividad porque hay menos gasto público y se endurecieron las condiciones monetarias", explicaron en conferencia los economistas del Fondo Monetario Internacional.

El FMI arrastra una relación compleja con el gobierno actual. El equipo económico le pide un nuevo acuerdo para hacerse de divisas frescas que le permitan levantar controles cambiarios, una de las promesas incumplidas de la actual gestión. Desde el Fondo por el momento no muestran apuro en prestarle recursos al país.

En las conferencias de prensa y declaraciones, los funcionarios del FMI destacan los ajustes que lleva adelante el gobierno argentino para “ordenar la macro”. Sin embargo, en la práctica no parecen tener incentivos a desembolsar nuevos préstamos y en el mercado casi nadie cree que se consiga un nuevo acuerdo este año. El FMI de alguna manera pide que se levanten los controles cambiarios antes de volver a prestar. El Directorio de la entidad enfatiza que para “mantener los sólidos avances se requiere mejorar la calidad del ajuste fiscal, iniciar pasos hacia un marco mejorado de política monetaria y cambiaria, e implementar la agenda estructural”.