Enfurecido por la derrota de la semana pasada, Martín Menem se encamina a repetir los errores del pasado y quedarse --una vez más-- sin quórum para sesionar. Este miércoles fueron convocadas formalmente dos sesiones: una pedida por el oficialismo y el PRO para las 11, que incluye el temario de la sesión que no fue (así como un proyecto que limita el derecho a huelga de los docentes), y otra pedida por el radicalismo para las 16, que actualiza el presupuesto universitario. La UCR viene presionando para unificar las dos sesiones, de modo de que cada fuerza política pueda anotarse un triunfo al cierre de la jornada, pero Menem no da el brazo a torcer. El oficialismo no quiere saber nada con un proyecto que genere mayor déficit fiscal y, al cierre de esta edición, se mantenía firme en su postura de no negociar el temario, aún a costa de arriesgarse a no reunir el quórum. La UCR, mientras tanto, se muestra firme: "Sin universidades no damos quórum", repiten, convencidos que, sin ellos, el oficialismo se encamina a un nuevo fracaso legislativo.
La Cámara de Diputados se prepara para 48 horas intensas de incertidumbre. En total, hay tres sesiones convocadas formalmente --dos para el miércoles y una para el jueves-- y ni el oficialismo ni la oposición está seguro de cuál prevalecerá. La tercera fue la última en oficializarse: es la pedida por Encuentro Federal, bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto, para voltear el DNU que incrementó en 100 mil millones los fondos reservados para la SIDE. Fue convocada para las 10 de la mañana del jueves y su citación dependerá del desenlace de las dos primeras, ya que muchos sospechan que cualquiera de las dos sesiones pedidas previamente podrían extenderse hasta pasadas las 10 del día siguiente. El oficialismo, incluso, apuesta a eso: conseguir quórum para su sesión y estirarla lo suficiente para pisar las dos sesiones opositoras.
La aritmética del quórum, sin embargo, no es favorable para La Libertad Avanza que, hasta ahora, solo cuenta con el respaldo del PRO y algunas fuerzas provinciales. El temario de la sesión incluye, además de los 14 iniciativas que se habían intentando aprobar la semana pasada --como la entrada y salida de tropas, la reforma del Registro de Datos Genéticos o una prórroga para registrar armas de fuego--, un proyecto que declara la Educación como "servicio esencial". La iniciativa, impulsada por el macrismo, limita el derecho a huelga de los docentes, estableciendo guardias mínimas para cuando quieran realizar paros. La UCR acompaña la iniciativa, pero demanda, a cambio, que se trate también el incremento del presupuesto para las universidades nacionales.
"Nosotros tenemos que dar un gesto hacia afuera. Está bien, acompañamos la esencialidad, pero no podemos dejar que los docentes se mueran de hambre", reflexionaba una diputada radical. La UCR viene arrastrando muchas críticas --internas y externas-- por la forma que viene lidiando con la discusión del financiamiento educativo: en abril, después de la movilización en defensa de la educación pública, se había negado a dar quórum a una sesión convocada por el peronismo y, después, en julio, había terminado pidiendo suspender una sesión que buscaba actualizar las partidas a las universidades (una sesión que había sido solicitada por el propio radicalismo). Frente a esto, los "Manes" y las diputadas de Evolución comenzaron a presionar a Rodrigo de Loredo para que pidiera una nueva sesión. Al enterarse que se superpondría con la del oficialismo, fueron tajantes: o Menem unificaba sesiones o la mayoría no le daría quórum a la sesión del oficialismo.
De Loredo le expresó la presión interna a Menem, buscando acordar un temario unificado para el miércoles. Pero el presidente de la Cámara no quería negociar. "Las quieren todas para él", se quejaban en el bloque, que se reunió el martes a la noche y acordó en en dar un ultimátum: "Sin universidades no hay quórum".
La postura del radicalismo es clave porque Menem no puede sumar los 129 votos que necesita para el quórum solo con el PRO y algunas fuerzas provinciales. Necesitaría, en todo caso, del apoyo del bloque de Pichetto, que la semana pasada le volteó la sesión negándose a bajar al recinto. Y los pichettistas de Encuentro Federal no se mostraban muy dispuestos. Después de una reunión de bloque, los diputados definieron que priorizarían no poner en riesgo la sesión del DNU del jueves. Es decir que, el miércoles a la mañana, durante la reunión de labor, plantearán que se acorten los tiempos de la sesión de modo de que no se pise con la del jueves. De no llegar a un acuerdo, no descartan volver a ausentarse en el recinto.
La visita a represores en Ezeiza
El jueves al mediodía, para colmo, se convocó la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos para comenzar a investigar la visita de los seis diputados libertarios al penal de Ezeiza. La semana pasada, UxP había llegado a un principio de acuerdo con el oficialismo para dar inicio al debate en el marco de la comisión de Peticiones, que preside Silvia Lospennato. El objetivo del peronismo es ahondar no solo en el tour fotográfico en el pabellón de los genocidas, sino también en la dos visitas previas a Campo de Mayo. Así como en el trasfondo del chat que varios libertarios compartían con el cura Javier Olivera Ravasi, hijo del genocida Jorge Olivera, para diagramar estrategias que permitieran beneficiar a los represores condenados con prisión domiciliaria.