Mientras crece la polémica y el escándalo por la visita a la cárcel de Ezeiza de seis diputados de La Libertad Avanza a Alfredo Astiz y otros represores condenados por crímenes de lesa humanidad, la Cámara baja rechazó un apartamiento del reglamiento para discutir si los legisladores implicados deben ser expulsados. 

La propuesta fue impulsada por la diputada Gisela Marziotta (Unión por la Patria), quien semanas atrás presentó un proyecto de ley para expulsar de la Cámara a los seis diputados que integran la comitiva a Ezeza a comienzos de julio. En la sesión de este miércoles, el bloque opositor presentó un pedido de apartamiento del reglamento para discutir la propuesta de Marziotta, que fue rechazado con 121 votos en contra, 102 a favor y cinco abstenciones.

Para el rechazo fue clave el abroquelamiento protector de los bloques de La Libertad Avanza y el PRO, más varios diputados de la UCR. Al explicar el pedido, Marziotta argumentó en un emotivo mensaje que el frente nacional y popular es “representante de un proyecto que tiene 30 mil compañeros detenidos desaparecidos”.

“Porque representamos a las Madres de Plaza de Mayo. Porque representamos a las Abuelas de Plaza de Mayo. Porque representamos a los hijos que recuperaron su identidad y a los hijos que no recuperaron la identidad”, indicó la diputada de Unión por la Patria.

Por eso Marziotta pidió esta sanción, con el objetivo de que no vuelvan a ocurrir hechos similares a esta visita, que tuvo lugar el 11 de julio pasado, cuando un auto oficial del Congreso estacionó en el penal donde se encuentran detenidos un grupo de represores condenados por crímenes de Lesa Humanidad.

Todo el bloque de Unión por la Patria votó a favor del proyecto, pero no alcanzó ante el bloqueo total que se impuso desde el PRO, la Unión Cívica Radical y, por supuesto, La Libertad Avanza. Aunque el bloque oficialista contó con una sorpresa, ya que una de las legisladoras que visitó a los represores en Ezeiza votó a favor de autosancionarse: se trata de la diputada Rocío Bonacci, quien sigue jugando sus cartas para intentar despegarse de la visita que realizó en julio pasado junto a otros cinco compañeros de bancada.

En la previa a este debate, Marziotta ya había adelantado que se debía avanzar con la sanción máxima y pedir la expulsión de los diputados, una iniciativa que va más allá del pedido de otros legisladores de crear una comisión investigadora.

Para Marziotta, la visita de los libertarios a los represores "fue en su calidad de diputados". "Cuando uno es diputado, es diputado las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año y los cuatro años que dura el mandato”, sostuvo.

"Fue una visita de diputados, que pertenecen al poder legislativo, una de las tres patas del Estado, que sostienen la democracia, democracia que atentaron los genocidas”, indicó.