¿Te acordás hermana qué tiempos aquellos? No se conocía cocó ni morfina. Los muchachos de antes no usaban gomina y gobernaban sin putear, ni mandar a la gente a diferentes conchas y sin vanagloriarse de haber dejado traseros al rojo vivo. Los tres frentes de batalla preferidos para el insulto político dominante.
¿En qué me beneficia como ciudadana que mi presidente sea el hazmerreír del mundo entero? ¿Qué aportan a la Argentina los alardes y las payasadas en foros internacionales y locales del “estadista” peor hablado e informado de la historia moderna?