El Banco Central aumentó a 28,75 por ciento la tasa de las Lebac de corto plazo. Se trata de un aumento de 2 puntos porcentuales respecto de la última licitación de letras a mitad de octubre, cuando se había mantenido la tasa en 26,75 por ciento. En la entidad ya habían adelantado esta decisión cuando la semana pasada llevaron la tasa de referencia de los pases a ese mismo nivel. El organismo sigue afirmando que la única forma de disminuir la inflación es con un interés más elevado. Lo hace pese a que este año equivocó su objetivo en 6 puntos porcentuales respecto de la inflación real (cerrará en 23 por ciento contra 17 por ciento de la meta) y con cada vez más analistas que critican la decisión de mantener tasas elevadas para frenar los precios. Esta semana se sumó al debate el ex ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, quién aseguró que “las tasas al 30 por ciento no tienen sentido”. Con el impulso de las Lebac, el dólar cerró ayer a 17,77 pesos, con una baja de 5 centavos.
Para la autoridad monetaria subir las tasas es un requisito imprescindible para cumplir con el objetivo inflacionario, a pesar que ni en 2017 ni en 2016 pudo cumplir con sus metas de precios y la expectativa del mercado es que tampoco cumplirá el próximo año. Los rendimientos de las Lebac de corto plazo se ubicaron ayer en 28,75 por ciento en tanto que las de mayor plazo (273 días) subieron hasta 29,60 por ciento. Esto implica que, si el Central considera que la inflación del próximo año se ubicará en torno del 10 por ciento, esta pagando una tasa real de casi 20 por ciento, pese a que asegura en todas las conferencias de prensa que la tasa real adecuada es del 5.
Las críticas contra el uso de la tasa de interés para frenar la inflación ya no llegan solo del arco opositor y de economistas no convencionales. La semana pasada Guillermo Calvo, el profesor argentino de la Universidad de Columbia, quién tiene importante prestigio a nivel internacional entre los economistas del mainstream, dijo que “seguir subiendo la tasa de interés puede ser equivalente a pegarse un tiro en el pie”.
El ex ministro Prat Gay volvió sobre esas palabras esta semana y criticó la política cambiaria. “Creo que el esquema de metas de inflación es un problema. Hay que ser más flexibles”, dijo. Planteó que falta discusión sobre la política monetaria y señaló que parece que el Central opera como si no se hubiera corregido las metas fiscales. “Uno mira el mensaje que manda el Central y no es suficientemente claro. Esta es una de las razones por las que la inflación dejó de bajar”, agregó. Aseguró que las Lebac le están generando un enorme rendimiento a los inversores particulares y que el dato preocupante es la acumulación de stock, que ya superó el billón de pesos. Ayer el Central consiguió renovar 332 mil millones de pesos, contra un vencimiento de 379 mil millones, por lo que la base monetaria se expandió en torno a 55 mil millones de pesos. El stock de las Lebac, no obstante, continúa en niveles muy elevados y paga un interés de casi 800 millones de pesos diarios. En el Gobierno buscan que algunas grandes inversores se desprendan de estas letras y pasen a letes. En la superintendencia de seguros indicaron que las aseguradoras deberán reducir sus tenencias de Lebac. Prat Gay no sólo aseguró que la deuda de Lebac es preocupante sino que se refirió a un combo explosivo: el déficit cuasifical con un elevado desequilibrio externo.