LAGUNAS 7 puntos

(Argentina, 2023)

Dirección y guion: Federico Cardone.

Duración: 85 minutos.

Estreno en Cine Arte Cacodelphia (Av. Pres. Roque Sáenz Peña 1150), los viernes a las 19 horas.

Una descripción superficial o perezosa de Lagunas, que se estrena luego de su paso por la Competencia Argentina del último Festival de Mar del Plata, podría definirlo como un documental sobre la visita de la escritora santafesina ("nacionalizada" mendocina) Liliana Bodoc a una pequeña localidad perteneciente al sistema de las Lagunas de Guanacache, en el límite de la provincia de Mendoza con San Juan. Un paraje cuyo nombre ha perdido en gran medida su razón de ser: las aguas que solían acechar los pescadores hoy brillan por su ausencia, consecuencia de una sequía casi perenne. Pero el debut en el largometraje del también mendocino Federico Cardone es bastante más que eso. O, en todo caso, la estadía en esa pequeña comunidad de la talentosa escritora de literatura infantil y juvenil, fallecida inesperadamente en 2018 a los 59 años, es la excusa para que el realizador plantee viajes a través de diversos tiempos y espacios, y no sólo los exteriores.

A su manera, Lagunas es también una película sobre espectros: los fantasmas de aquellos que murieron en batallas pretéritas y cuyos huesos permanecen enterrados bajo la tierra reseca; el espíritu de una cultura originaria que hoy es inevitablemente otra, diversa y sincrética; los recuerdos personales de ambos autores, la escritora y el cineasta. En el comienzo un habitante del lugar, chamán por tradición y genética familiar, camina delante de cámara recordando los tiempos en los cuales el pedregoso terreno estaba recubierto de agua. A unos kilómetros de allí, en el pueblo, la autora de La saga de los confines llega acompañada de la cantautora Sandra Amaya. Ambas comienzan a interactuar con un grupo de estudiantes de primaria: se conversa sobre la vida en el lugar, la relación con la literatura, los cuentos y las leyendas de antaño transmitidos de generación en generación.

Antes de comenzar con los preparativos de una obra escolar, Bodoc recuerda la muerte de su madre y algunos detalles de una infancia no del todo sencilla. Lagunas registra esas instancias cotidianas pero también describe circunstancias atípicas, como el atemorizante “resoplido” que un lugareño escucha en el monte o el vuelo de objetos en el cielo, ovnis que bien podrían ser extraños pájaros, naves extraterrestres o satélites orbitando en línea. En paralelo y en off, Cardone recuerda su primera salida al cine junto a un grupo de amigos y sin padres a la vista, punto de partida de un recorrido por su propio pasado y presente como cineclubista, y también como padre de dos hijos. Esos pasajes en primera persona pueden presentarse como algo extemporáneo al núcleo del documental, aunque refuerzan el concepto de Lagunas como un film alejado de la simple exposición de conceptos e instancias concretas.

De hecho, por momentos la película de Cardone se impregna de una cualidad onírica asordinada. En otros, el recorrido por un museo amateur permite advertir la convivencia de hachas y vasijas indígenas con las fotografías de una anciana que insistía en transmitirle a su hijo la fe católica sin olvidar nunca aquella otra, más antigua y cercana a la esencia huarpe. Sin embargo, el homenaje a Bodoc, fallecida poco tiempo después del rodaje, nunca es abandonado. Allí está el grueso de su obra literaria y un cuaderno de notas comprado en París cuyas hojas rugosas fueron escritas y dibujadas por esos chicos y chicas “lagunenses”, interlocutores de un intercambio de impresiones creativas y vitales, en un momento de la vida particular y en cierto lugar en el mundo.