La inflación en julio desaceleró al 4 por ciento, según informó Indec, y en línea con la tendencia señalada por consultoras privadas que ubicaban al IPC por debajo del nivel de junio (4,6). Los precios regulados subieron menos que el mes anterior, pese a que el incremento tarifario de luz y gas y el ajuste en las prepagas lideraron el alza en el séptimo mes. Hicieron contrapeso los precios de los combustibles y también la inflación en alimentos que otra vez se mantuvo moderada (3,2 por ciento) de la mano de la recesión doméstica y el ancla cambiaria. En lo que va del año, los precios acumularon un alza del 87 por ciento.
La desaceleración mensual del índice de precios, que el Gobierno venía anticipando, fue confirmada por el Indec este miércoles al marcar un 4 por ciento de inflación en julio. La tendencia es descendente en tandem con la actividad económica y en ambos casos la pregunta es qué esperar: ¿la inflación se amesetará o seguirá descendiendo? ¿la actividad económica repuntará o se prolonga la crisis? El Gobierno responde ambas preguntas con las más optimistas predicciones: la inflación llegará a cero y la actividad ya rebota.
La inflación de julio se caracterizó por una nueva baja en la categoría de precios regulados (que ascendió 4,3 por ciento versus 8,1 el mes anterior). Lo mismo aconteció en mayo, último mes en que se registró una inflación en torno al 4 por ciento, con suspensión de los tarifazos. Si bien en julio el Gobierno finalmente autorizó subas de tarifas, fueron menores a las inicialmente programadas. Aún así los precios en la división Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles subieron 6 por ciento y anotaron el tercer registro más alto en el mes.
En cuanto al resto de las divisiones, se destacó el 6,5 por ciento en Restaurantes y hoteles, que tuvo una incidencia importante en las grandes urbes y estacionalmente dado el período de vacaciones de invierno. El segundo lugar lo ocupó la división de Bebidas alcohólicas y tabaco con un alza del 6,1 por ciento, empujada por el aumento estacional en los cigarrillos. Por estos motivos la categoría de precios estacionales se aceleró en julio (subió 5,1 por ciento versus 4,4 el mes anterior) a diferencia de lo ocurrido con los precios regulados. También el aumento del 5,7 por ciento en Recreación y cultura estuvo vinculado a las remarcaciones por el receso invernal.
El cuarto lugar lo ocuparon los precios “regulados” en Salud que tuvieron un salto de 5,8 por ciento en julio, que se aleja de la dinámina del mes anterior cuando el Gobierno exigió a las prepagas que retrotrajeran los aumentos en las cuotas aplicados por encima de la inflación hasta el momento. Según resolvió el Gobierno hasta septiembre las cuotas de la medicina prepaga no podrán superar el aumento máximo previsto por la inflación acumulada al mes de facturación, o uno anterior.
Si bien estos aumentos en Salud y Vivienda aceleraron respecto al mes anterior, la moderación en el alza de los combustibles terminó por apaciguar la tendencia general en el rubro de los regulados. De hecho Transporte fue la segunda división con menos aumentos en el mes al evidenciar un 2,6 por ciento.
Pero estos tres items encienden alarmas de cara al futuro, en especial Transporte empezará a computar desde mediados de agosto el último aumento en los boletos de colectivo en la región metropolitana del 37 por ciento. ¿En Salud y Vivienda intervendrá nuevamente el Gobierno para frenar los aumentos o asumirá el costo de una inflación en aumento?
Además de la regulación de precios en pleno Gobierno libertario, la recesión también explica la desaceleración inflacionaria y por eso a varios analistas económicos les cuesta sostener que la inflación tenderá a cero, como asegura el Gobierno. El item que menos creció en julio fue Prendas de vestir y calzado, con un 1,6 por ciento que refleja los magros niveles de ventas y la fuerte recesión que atraviesa el sector.
Otros items que con inflación minorista inferior a los meses previos fueron Educación, con un alza del 4,2 por ciento, y Comunicación, Bienes y servicios varios, Equipamiento y mantenimiento del hogar todos ellos con un aumento del 3,5 por ciento. Por último, Alimentos y bebidas no alcohólicas subió 3,2 por ciento en el mes, en línea con el aumento del mes anterior, evidenciando aumentos destacados en frutas, verduras y productos lácteos. El ciclo recesivo de la economía y el cuasi-congelamiento cambiario (otro precio regulado por el Gobierno) claramente inciden sobre estos precios.
La inflación acumulada en el año llegó a 87 por ciento, dato que refleja por qué para muchos analistas es difícil defender la idea de franca desaceleración que marca el Gobierno. "Para nosotros, la inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado”, dijo confiado en su conferencia de prensa del martes el vocero presidencial Manuel Adorni. En los últimos doce meses en tanto, los precios subieron 263,4 por ciento, pese a que el Gobierno se presta a la autocelebración.