“Niego haber participado en el intento de magnicidio. Lo niego y lo repudio”. Por primera vez desde el atentado que sufrió Cristina Kirchner el 1º de septiembre de 2022, Gerardo Milman negó en público haber tenido participación en el ataque a la expresidenta y rechazó las pruebas y testimonios que lo vinculan al caso. Además, apuntó al testigo que declaró que escuchó una conversación del legislador con dos asesoras en un bar a metros del Congreso, donde decía: “Cuando la maten, yo estoy camino a la costa”.

En un breve contacto con periodistas al finalizar la maratónica sesión en la Cámara de Diputados, Milman reconoció la existencia de la reunión en el bar Casablanca, ubicado a metros del Congreso, horas antes de que Fernando Sabag Montiel le gatillara a centímetros de la cabeza a la entonces vicepresidenta en la puerta de su vivienda en el barrio porteño de Recoleta. Sin embargo, negó haber dicho la frase que le atribuyó el testigo, asesor de otro diputado, que declaró en el expediente.

- ¿Niega haber participado en el intento de magnicidio? - le consultó la 750.

- Lo niego y lo repudio – se limitó a responder Milman.

Milman evitó responderle a Cristina Kirchner, quien el miércoles en su declaración como testigo en el juicio por el intento de magnicidio en su contra lo calificó de “nostradamus contemporáneo”, y recordó que unos meses antes del intento de magnicidio el diputado del PRO, muy cercano a Patricia Bullrich, había presentado un proyecto donde pedía informes sobre la custodia de la exmandataria. 

Habría que preguntarle a Cristina”, se limitó a responder Milman, que luego se abroqueló bajo el paraguas de su cargo como diputado. “La Constitución Nacional dice que no se nos puede molestar por nuestra labor parlamentaria”, argumentó para evitar responder por su proyecto impulsado en 2022. Incluso, dijo que estaba “preocupado” por lo que calificó como una “situación conflictiva”, no sólo por la custodia de Cristina, sino también por los fiscales y jueces del caso Vialidad, así como también periodistas.

Para Milman, en ese entonces la Argentina vivía una “situación compleja”. “Estaba complicado”, sumó. “Yo me dedico a la seguridad. Uno de los pilares de la seguridad es la prevención”, arguyó. Además, negó haber tenido vínculo con la familia Caputo, señalada por haber financiado al líder de la agrupación Revolución Popular, que publicaba mensajes amenazantes de forma permanente contra Cristina. 

Aunque intentó despegarse del ataque a Cristina, Milman reconoció que existió la reunión en el bar Casablanca. “Hubo una reunión en el bar Casablanca”, dijo, aunque buscó aclarar que no con la frase que le atribuyeron. “No dije nada que tuviera que ver con la causa. Es un testigo falso, se hizo una pericia sobre su teléfono y el mensaje que dijo haber mandado no está. Se presentó como testigo”, se limitó a responder.

Anoche, en plena sesión, hubo un fuerte cruce de un grupo de diputadas de Unión por la Patria que repudiaron a Milman y le exigieron explicaciones por sus vínculos con el atentado a Cristina. En su defensa salió Cristian Ritondo, jefe de la bancada del PRO, quen acusó a la diputada Florencia Carignano: “Vergüenza es ser mujer y funcionaria del gobierno de Alberto Fernández". Tras es cruce, Milman agarró Twitter y se despachó: "Mitómano: Tendencia e inclinación patológica a fabular o a transformar la realidad al explicar o narrar un hecho".

Carignano había recordado durante el debate que el proyecto de ley presentado por Milman semanas antes del atentado del 1º de septiembre resaltaba que "sin Cristina no hay peronismo". "Terminaste uno de esos proyectos diciendo que sin Cristina no había peronismo. Esta persona que está sentada ahí, sí, vos Gerardo Milman, ¿sin Cristina quiere decir que Cristina se muera? ¿La querías matar a Cristina? ¿Era eso? Muy democrático”, le consultó Carignano.

El vínculo de Gerardo Milman con el atentado contra Cristina Kirchner

Milman quedó en el centro de la escena luego de que un testigo clave dijera ante la jueza María Eugenia Capuchetti que el legislador ya sabía el 30 de agosto que dos días más tarde se iba a cometer el intento de asesinato de Cristina Kirchner. "Decía 'cuando la maten yo estoy camino a la costa' y se mataban de risa”, contó ese testigo que lo escuchó en un restaurante cercano al Congreso.

El legislador fue señalado por Brenda Uliarte —novia de Fernando Sabag Montiel, quien intentó asesinar a la Vicepresidenta— como responsable de pagarle "a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la casa de Cristina Kirchner".

La situación es aún más sórdida si se tiene en cuenta que una de las exsecretarias de Milman, Ivana Bohdziewicz, declaró que había borrado el contenido de su teléfono porque no quería que se filtrara material, y que aquella operación se produjo, junto a la otra asesora del diputado, Carolina Gómez Mónaco, en una oficina de Patricia Bullrich, donde además del propio Milman había un perito que hizo el trabajo. Ese experto era Jorge Teodoro, a quien Bullrich nombró como director de Tecnología de la Información en el Ministerio de Seguridad, según reveló meses atrás Página|12.

La “pista Milman”, sin embargo, no fue investigada por la Justicia en la etapa de instrucción, que estuvo a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti. La Fiscalía rechazó adoptar medidas de prueba solicitadas por la querella de Cristina, para profundizar en las posibles conexiones políticas con el intento de magnicidio. Lo más llamativo, sin embargo, es que cuando Milman aportó su teléfono en el expediente llevó un dispositivo móvil que al momento del atentado no había sido lanzado al mercado.

En su declaración del miércoles, Cristina recordó la frase que reveló el testigo (“cuando la maten voy a estar camino a la costa”) y recordó también que “las secretarias de ese diputado fueron a testificar que les fueron borrados sus celulares”. “Imagínense a la inversa, si hubiera habido un atentado contra Macri y aparece un diputado de Unión por la Patria en el medio. Todo tiene que ver con todo”, concluyó la expresidenta.

Informe: Marisol Juárez para la 750.