El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, cuestionó por la 750 al presidente de la Cámara de Comercio, Mario Grinman, y dijo que no es esperable otra cosa, ya que el presidente no es otra cosa que un “gerente de lujo” de la Asociación Empresaria Argentina, “instalado en la Casa Rosada”.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Vale la pena escuchar al presidente de la Cámara de Comercio, Mario Grinman. Es parte del fatídico círculo rojo. Sirve escucharlo para entender la Argentina.
Ese hombre que se deshace en elogios a Milei, apoya la vida miserable que le destinan a los trabajadores, a los docentes, a los universitarios, a los científicos.
Aboga por la pérdida del salario, la humillación de la reforma laboral, el aumento de la pobreza, el millón de niños que no cenan, los comedores desprovistos, las jubilaciones ya derrotadas.
Pero el país soñado por ese señor de la Cámara de Comercio, por el círculo rojo, por la élite -o como se quiera llamar a la caterva de aprovechadores del sistema- es el que gerencia Milei.
Los que mandan son ellos, se hace lo que ellos pretenden, un país solo para ellos. Lo que pidieron antes de las elecciones desde la Asociación Empresaria Argentina. Exactamente cada palabra de aquel documento es lo que lleva a cabo su gerente de lujo instalado en la Casa Rosada.
Tienen un personal cada vez más especializado en el parlamento y cuentan con la tarea demoledora de los medios mafiosos. Y cada vez se animan más.
Lo de Grinman es un altisonante desafío al pueblo que sufre. Su voz resonando, naturalmente, desde TN viene de los tiempos de Martínez de Hoz, de la convertibilidad, y trae el eco de un pasado aún más remoto, pero siempre igual: la vaca atada, el cereal en el barco, la palabra peón, la dignidad secuestrada en el corral.