La revista científica Historical Biology publicó una investigación paleontológica liderada por el argentino Lucas N. Lerzo que da cuenta del descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio, clasificada como Campananeyen fragilissimus, cuyos fósiles se habían encontrado en la provincia de Neuquén. Los investigadores hallaron restos del cráneo, una vértebra dorsal posterior y el ilion.
El ejemplar que causó una gran sorpresa entre científicos pertenece a la familia de los rebaquisáuridos, criaturas herbívoras que vivieron durante el período Cretácico --última etapa de los dinosaurios-- en lo que hoy es la Patagonia Argentina, y se extinguieron hace alrededor de 90 millones de años en la etapa del Turoniano.
La investigación la realizaron Lucas Lerzo y Pablo Ariel Gallina, investigadores de la Fundación Azara, CONICET y UMAI; Juan Ignacio Canale del Museo Paleontológico Ernesto Bachmann (Villa El Chocón, Neuquén); Alejandro Otero, de la Universidad de La Plata; Fidel Torcida Fernández-Baldor, del Museo de Dinosaurios de Burgos, en España; y John Whitlock del Carnegie Museum of Natural History de Pittsburgh, Estados Unidos.
El fósil fue encontrado en un campo en la Barda Atravesada de Las Campanas, una localidad ubicada a unos 20 kilómetros de Villa El Chocón, en la provincia de Neuquén. Los restos fueron hallados desarticulados, pero asociados, en 2009, junto con un pequeño dinosaurio terópodo, restos de una tortuga, un lagarto esfenodonte y un rebaquisáurido de pequeño tamaño.
Los Campananeyen, caracterizados por su cuerpo robusto y su cuello largo, aportan valiosa información acerca de cómo vivieron estos dinosaurios. Poseen estructuras anatómicas novedosas que no se ven en ningún otro saurópodo, como es un hueso ilion extremadamente delgado --éste es uno de los huesos de la cadera que presenta sus paredes muy finas e internamente invadido por sacos de aire derivados del sistema pulmonar--.
Según explicaron los científicos, los dinosaurios saurópodos tenían un sistema pulmonar muy similar al de las aves actuales. Este sistema pulmonar es complejo y tiene prolongaciones que invadían el esqueleto de los dinosaurios en mayor o menor medida, y dejan estructuras en los huesos que así lo evidencian, como perforaciones y espacios internos huecos.
Si bien los rebaquisáuridos pertenecen al grupo de los saurópodos diplodocoideos, que solían ser de gran tamaño, estos dinosaurios tenían una estructura corporal más reducida. Además, sus huesos de la columna vertebral tenían bolsas de aire, derivadas de su sistema respiratorio similar al de las aves actuales, por lo que lograban tener un peso menor al esperado.
Algunas curiosidades del nombre del ejemplar: "Campana" hace alusión a localidad de Barda Atravesada de Las Campanas, de donde provienen los restos, y, “Neyen” que significa “aire” en Mapudungun, hace alusión a la gran neumaticidad del nuevo rebaquisáurido. Por otra parte, “fragilissimus” en latín significa “el más frágil”, en alusión a los huesos extremadamente delgados, particularmente el ilion, hueso de la cadera.