La Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) lanzó a través de sus redes sociales una campaña para dar visibilidad a la crisis económica que atraviesan sus docentes y no docentes, y para exigirle al Gobierno una recomposición salarial a fin de "garantizar" la continuidad de las clases en lo que resta del año y "una formación de excelencia para los estudiantes".
A tono con este panorama, la institución educativa pública con más de 200 años de historia publicó dos videos desde sus cuentas de X e Instagram que, de modo ficcional, retratan la necesidad de muchos de sus docentes y no docentes de buscar otras alternativas laborales por fuera del sistema educativo para subsistir a los embates de la economía ultraderechista.
En ambos videos, los protagonistas son profesores universitarios que ofrecen una explicación compleja de algún fenómeno a distintos jóvenes que los escuchan y miran con una mezcla de estupefacción y pena. Y es que los docentes no están dentro de un aula, sino en un bar, o en un remis, oficiando de mozo o chofer de viajes cortos.
Al final de cada audiovisual, la UBA remata con la siguiente leyenda: "Exigimos una recomposición salarial justa para nuestros/as profesores/as y para todo el personal nodocente. Salarios dignos para quienes tienen la misión de garantizar una formación de excelencia para nuestros/as estudiantes".
Aunque la campaña generó un poco de polémica --muchos remarcaron que el mensaje era clasista y discriminador hacia los trabajadores de esos rubros--, el impacto fue inmediato. Los videos se viralizaron rápidamente en las redes y generaron una ola de comentarios y debates en torno a la situación salarial de los docentes.
Medidas de fuerza de docentes: ¿Qué reclamaron?
A comienzos de agosto, el Gobierno les ofreció a los profesionales de la educación superior "un aumento del 3% para agosto" y un "incremento del 2% para septiembre", tomando como base de referencia "los aumentos generales que se dan en el Estado". La magra propuesta fue rechazada de forma categórica, y los sindicatos determinaron llevar adelante una medida de fuerza de 72 horas durante esta semana, cuando se suponía que comenzaba el segundo cuatrimestre de clases en todas las facultades.
En rigor, se trataba de un paro de 72 horas para los días 12, 13 y 14 de agosto --con jornadas de visibilización de la protesta--, y la convocatoria a una nueva Marcha Nacional Universitaria para la primera quincena de septiembre.
Los gremios CONADU, CONADUH, CTERA, FEDUN, FAGDUT, UDA y FATUN, y rectores de universidades nacionales, afirmaron que los salarios sufrieron una importante perdida desde diciembre pasado, e inclusive señalan que quedaron por debajo de la línea de pobreza (en julio, el valor de la canasta básica alimentaria para una familia tipo es de $426.704, según el último informe del Indec).
Durante las jornadas de protesta de este miércoles, el secretario general de ADUBA, Emiliano Cagnacci, manifestó que "en los últimos ocho meses" los trabajadores percibieron "un retraso de más del 50 por ciento acumulado".
"El ofrecimiento del gobierno del 3 por ciento para agosto y del 2 por ciento para septiembre es inaceptable y pone a los trabajadores del sector en una situación crítica que hoy salimos a denunciar", aseguró el gremialista.