En una votación histórica, la Comisión Primera del Senado de Colombia aprobó el tercer debate de un proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio infantil y las uniones tempranas, prácticas que son motivo de preocupación entre activistas y organismos internacionales por su impacto en los derechos de las y los menores. A pesar de los múltiples intentos anteriores, es la primera vez que una iniciativa de este tipo llega tan lejos en el Congreso, generando expectativas de un cambio inminente.

El proyecto, conocido como "Son niñas, no esposas", fue presentado por las representantes a la Cámara Alexandra Vásquez y Jennifer Pedraza, y fue defendido en el Senado por la senadora Clara López. Su objetivo principal es erradicar el matrimonio infantil, que la ley colombiana permite desde los 14 años con el consentimiento de los padres. Esta normativa, vigente desde 1837, es ampliamente criticada por perpetuar una serie de problemáticas sociales, especialmente en relación con las niñas y adolescentes, pero hasta la fecha, no se había podido avanzar con su tratamiento en el Congreso. 

Impacto del matrimonio infantil

Según Unicef, el matrimonio infantil en Colombia es un eslabón dentro de un círculo vicioso de problemas más amplios. Las difíciles condiciones socioeconómicas de las niñas a menudo las llevan a uniones tempranas con hombres mayores, lo que a su vez dificulta su acceso a la educación y limita sus oportunidades de desarrollo personal y profesional. Este fenómeno es más prevalente en zonas rurales, donde las normas sociales conservadoras tienden a reforzar estas prácticas.

Andrea Tague, oficial de Género de Unicef Colombia, destacó la importancia de este avance legislativo: "Este es un paso crucial para proteger a las niñas y adolescentes de un ciclo de violencia y desigualdad que las ha afectado durante generaciones". 

El desafío del pleno del Senado

Con la aprobación en la Comisión Primera, el proyecto de ley ahora enfrenta su última prueba: la votación en el pleno del Senado. Si se aprueba, Colombia finalmente prohibirá una práctica que tiene más de un siglo. No obstante, el camino no estuvo exento de desafíos. El senador independiente Humberto de la Calle y el opositor Carlos Fernando Motoa manifestaron su preocupación por la eliminación del consentimiento parental en estos casos, argumentando que este derecho debería ser respetado.

Resta el tratamiento en el pleno para prohibir la práctica que tiene más de un siglo. 

A pesar de estas voces disidentes, la senadora Clara López es optimista sobre el futuro del proyecto: "Hemos logrado convocar a distintos sectores y construir consensos que antes parecían imposibles. Este proyecto es un testimonio de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos por un bien mayor".

La posible eliminación del matrimonio infantil en Colombia no solo tiene relevancia nacional, sino también internacional. Como parte de sus compromisos con la ONU, Colombia manifestó su decisión de eliminar estas prácticas nocivas, y este proyecto de ley representa un paso crucial en esa dirección. La votación final en el Senado no solo definirá el futuro de cientos de niñas y adolescentes, sino también la posición de Colombia en la defensa de los derechos humanos en la región.

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