La literatura en Rosario no descansa ni el feriado. Mañana sábado 17 de agosto, desde las 19, en Cuidamos tu cabello Peluquería & Libros (Riobamba 1387), culmina el ciclo de lecturas Acá abajo hay sótanos: la inquietud de las ciudades. Es un ciclo que, con apoyo del programa Espacio Santafesino del Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe, consiste en expandir por diversas ciudades de la provincia, más allá de Santa Fe capital, acciones de investigación literaria urbana como las que originaron la escritura del libro de cuentos Acá abajo hay sótanos (2023, Contramar). Escrito en colaboración por Analía Giordanino y Florencia Ordiz, en el marco de un proyecto ganador de una beca conjunta del FNA y el Fondo Regional de las Artes y la Transformación Social de Santa Fe, el libro involucró un rico proceso creativo via Google Drive, charlas, lecturas y una investigación online y en territorio en torno a leyendas urbanas de la capital provincial. El objetivo del ciclo es generar vínculos culturales que construyan convivio social y anclaje territorial.
Tras haber pasado por Santa Fe, Sunchales y Rafaela, La inquietud de las ciudades llega a Rosario. Ilustra el flyer una foto del garage del hotel Apolo, con su escultura neoclásica y sus cortinados rojos que sin querer evocan la serie Twin Peaks de David Lynch. Y trae una pregunta: ¿qué es lo inquietante o lo terrorífico en esta ciudad? Responden, leyendo un cuento de su autoría cada uno, autores de Rosario como Marcelo Britos, Caro Musa o Cristian Molina. Habrá música a cargo de Solo Un Silbo, dúo integrado por Xixa Martino y Manuel Maldonado. La entrada es libre y gratuita, con circulación de libros y brindis. Marcelo Britos anticipó que leerá un cuento de su libro Nuestro miedo a las tormentas.
"Lo que nos interesaba era el posicionamiento político sobre un territorio. Que el terror sí permite, porque desarrolla qué fantasma o qué ser humano oprime a quién y de qué modo", reflexiona Analía. Autora, entre otras obras, de la premiada nouvelle La Ripley y de excelentes poemarios como Estampitas y Adentro suena nuestra nave, Giordanino domina un lenguaje singular que se tensa entre los polos del body horror y la ternura. Y recurre a las ficciones del cine y la literatura para dar espesor a la búsqueda de agencia de lxs sujetxs y los colectivos subalternos, la cual suele expresarse a través de saberes y poderes ocultos en la hechicería: motivos que afloran en "El gualicho" y en "El parque", dos cuentos del libro en colaboración que las dos autoras traen a Rosario este sábado.
Giordanino y la gestora cultural, actriz y escritora Florencia Ordiz, nacidas en Santa Fe en los '70, se conocieron en 2018 en un taller literario que daba Analía. "De ahí nos quedó una conversación sobre el terror y las lecturas que nos gustaban", cuenta Florencia. "Nos gusta el terror y lo fantástico", coincide Analía. Retoma Florencia: "Craneamos las ideas investigando o dejando que las noticias nos dieran el material inicial. Nos metimos a ver cómo se construye un hecho de terror en las noticias y redes". Así, de una noticia bizarra sobre un niño que salía a jugar a la plaza con una máscara de payaso, surgiría el cuento "El hijo del placero". "Lo divertido, más que la noticia, eran los comentarios de los lectores, que ya iban escribiendo la historia entre ellos", recuerda Florencia.
Florencia resume la búsqueda de ambas en pos de "un lado B de la ciudad del alfajor: la problemática del agua, lo que está como abajo, la cosa podrida de la que no se habla". Noticias de actualidad y relatos históricos fueron sumando insumos a un archivo de la memoria santafesina del horror. "Hubo otra noticia de un funcionario que tenía una causa, ya que por su mala gestión el cementerio se derrumbó en la inundación de 2003", evoca Florencia. Sobre algunas de estas fuentes, los cuentos dejan suficientes pistas como para rastrearlas en YouTube. Allí pueden oírse los espeluznantes gritos que suenan en el barrio de los Jesuitas, o verse videos de la casona abandonada en calle 3 de Febrero y avenida Gobernador Freyre. Novelas de Stephen King como Poltergeist o Cementerio de animales, que inspiraron películas y canciones, modelan ese concepto de lo sepultado que se activa, creando efectos góticos en cuentos como "El parque"; tal vez el mejor de los seis, por su lenguaje en prosa poética y su punto de vista no humano.
El anclaje local es importante incluso al situar los hábitos y los consumos culturales de los personajes. La fiesta nocturna donde se ambienta "Fuego brillando en el oeste" es un canto oscuro a la noche santafesina de comienzos de este siglo, que tuvo versiones más radiantes a través de la intensa actividad cultural de espacios donde coincidieron ambas autoras. A la hora de musicalizar un cuento, eligen unos versos de Carneviva, "la" banda de culto dentro del rock local. Publicado al cumplirse 450 años de la fundación de Santa Fe, Acá abajo hay sótanos fue el regalo de cumpleaños de Giordanino y Ordiz para su ciudad natal. Cada cuento del libro está situado en un lugar de la ciudad. Puede aquí hablarse no solo de terror o de realismo con elementos fantásticos (lo que esta cronista dio en llamar "realismo expandido" santafesino, que tiene otros exponentes en Gustavo Farabollini o en Mercedes Bisordi) sino de literatura postautónoma, como dice Ludmer.