La ciudad de Santa Fe quedó excluida del reparto de leche en polvo enviada desde Capital Humano. A diferencia de Rosario, la delegación de Conin que funciona en la capital provincial no recibió ningún cargamento, pese a haber presentado la documentación correspondiente para oficiar de intermediarios. “Pasó el tiempo y no tuvimos ninguna notificación. Nos comunicamos con Conin Argentina y lo que nos dijeron es que se habían pasado todos los datos al Ministerio de Capital Humano”, explicó Mercedes Depetris, titular de la organización, en diálogo con Rosario/12. “No estamos reclamando nada. Pero sí nos gustaría quedarnos tranquilos de que por nuestro lado no hubo ningún error”, añadió. La semana pasada, el Concejo de Rosario aprobó una declaración de preocupación por la intermediación de Conin en el reparto de alimentos por su “franco sesgo ideológico”.

En la delegación santafesina de Conin se encargaron de seguir los pasos solicitados para oficiar de intermediarios en el reparto de leche en polvo en la ciudad. Pero luego de enviar la información correspondiente no tuvieron más novedades y las comunicaciones con Conin Argentina para saber si llegaría algo a la ciudad quedaron todas en un mismo punto: la información fue remitida a Capital Humano. Casi dos meses después –y pasada la fecha de vencimiento de los productos– saben que ya no llegará un cargamento a la ciudad. Y si bien aseguran que no hay un reclamo por parte de la delegación sobre el tema, reconocen que no quedaron claros los criterios adoptados para la distribución.

“Cuando surgió todo, Conin Argentina nos pidió a todos las sedes que formamos parte de la red que pasemos las cantidades de familias que nosotros teníamos en el programa, porque la idea era repartir entre ellas. Nosotros tenemos unas cien familias. Les pasamos todos los datos y nos dijeron que teníamos que esperar, que nos iban a avisar cuando estuviésemos en agenda para repartirlo, porque había que estar atentos cuando llegara el camión, para bajar las leches”, relató Depetris. “Pasó el tiempo y no tuvimos ninguna notificación. Nos comunicamos con Conin Argentina y lo que nos dijeron es que se habían pasado todos los datos al Ministerio de Capital Humano”, continuó.

En el medio, la sede santafesina de Conin se fue enterando de que en otras delegaciones la mercadería llegó rápidamente. “En la mesa nacional nos fuimos anoticiando que otros Conin, como Rosario, habían recibido; pero nosotros seguíamos sin nada. A mediados de julio ya no tuvimos más respuestas”, expresó la dirigente y agregó: “Finalmente nunca recibimos. Y cuando terminó el mes de julio entendimos que no íbamos a recibirlo. No sabemos bien en función de qué se fue repartiendo eso y si se priorizó a localidades que necesitaban de más ayuda. La verdad no sabemos nada”.

El criterio adoptado para la distribución se desconoce. Mientras que la ciudad de Santa Fe quedó excluida del reparto, ciudades como Rosario, Córdoba o Mendoza recibieron miles de kilos de leche en polvo, casi al instante. En Conin Santa Fe la duda quedó instalada. No porque quieran hacer algún planteo, insisten, sino porque esperan ser contemplados en alguna otra oportunidad. “Es la duda que a mí me queda. Yo intenté hablar esta semana con el director de Conin, porque si en el futuro hay una nueva distribución y la mercadería no llegó por un error nuestro, no quisiéramos quedarnos afuera nuevamente. No estamos reclamando nada, pero sí nos gustaría quedarnos tranquilos de que por nuestro lado no hubo ningún error”, remarcó Depetris.

“Lo que pienso que pudo haber pasado es que se empezó a repartir, se terminó rápidamente y nosotros quedamos fuera de la entrega. Tampoco pensamos mal ni que se hizo a propósito. Quizás pudo ser un error al recibir los datos, o que no se hayan podido comunicar. Pero no es que sea una preocupación nuestra, porque no es nuestra función repartir. Si hay se reparte y es bienvenido. Pero no hace a nuestro trabajo, que apunta más a lo formativo”, detalló.

En Rosario

A principio de junio llegaron a Rosario unos 10 mil kilos de leche en polvo que quedaron en manos de la Fundación Camino, aliada con Conin. La distribución se hizo en los centros de nutrición infantil que tiene la organización en la ciudad y algunos comedores que apadrina. Nada pudieron recibir las organizaciones sociales nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que se acercaron a las distintas sedes de la fundación, pero se encontraron con las persianas bajas. Desde la asunción de Javier Milei en el gobierno, las organizaciones sociales –que gestionan comedores y merenderos en distintos barrios de la ciudad– dejaron de recibir las tradicionales partidas de alimentos secos para distribuir entre los que más necesitan.

Pero la discusión por el reparto de alimentos en la ciudad tuvo un costado político-partidario cuando se conoció que la presidenta de Camino, María Cecilia Rouillón, es la esposa de Nicolás Mayoraz, diputado nacional de La Libertad Avanza, por la provincia de Santa Fe. En su momento, Rosario/12 intentó contactarse con el dirigente para conocer cómo la organización quedó a cargo de la repartición de alimentos, pero no hubo respuestas. Tampoco se conocieron declaraciones públicas sobre el tema ni mayores precisiones.

En ese marco, la semana pasada el Concejo de Rosario retomó la discusión sobre el reparto de alimentos en la ciudad. Desde la Comisión de Salud, el concejal Leonardo Caruana impulsó una declaración para manifestar su preocupación por la intermediación de Conin en esa tarea. 

El documento argumenta que la organización tiene “un franco sesgo ideológico” que podría condicionar la exclusión de algunos ciudadanos que necesiten la ayuda. “Preocupa que esta acción, junto a un modo de gestión que viene tomando el gobierno de nacional, ponga en riesgo la responsabilidad estatal a la hora de garantizar derechos”, resalta el documento.

 

Entre los considerandos se destaca que muchas personas que solicitan ser admitidas en algunos de los centros Conin “deben cumplir con ciertos requisitos” o participar de actividades que “contradicen la realidad cultural y social” de los beneficiados. 

La declaración apunta a que la visión del organismo “sólo admite la heterosexualidad como único vínculo sexo afectivo, ubican a la mujer como responsable de las tareas del hogar y al varón como sostén de familia acorde a un modelo de familia que hoy es arcaico, recomendando incluso evitar la utilización de métodos anticonceptivos”.