Desde la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) rechazaron la media sanción que dio la Cámara de Diputados de la Nación a la Ley Finocchiaro este miércoles. Según la institución, el proyecto del exministro de Educación de la Nación (2015-2019) "cercena el derecho a huelga" y usa a los docentes como "chivo expiatorio" en el debate sobre la calidad educativa.
"Es verdad que las familias necesitan que les niñes asistan a las escuelas para ir a trabajar, pero, sin este proyecto y ante las medidas de paro, ya hay guardias y posibilidades de que las escuelas estén abiertas", argumentó la directora del Departamento de Ciencias de la Educación de dicha institución, Paula Fainsod, en la 750.
La también directora de la carrera de Ciencias de la Educación en Filosofía y Letras señaló otros problemas, además de la cantidad de días de clase, que desde la comunidad docente advierten como urgentes. Por ejemplo, la caída del poder adquisitivo de los salarios (que alcanzó el 60% en lo que va del año), la eliminación del Fondo de Incentivo Docente (FONID) que dispuso el Gobierno nacional, el ajuste a programas socioeducativos o la falta de profesionales en algunas jurisdicciones. Un conjunto de trabas que, a fin de cuentas, generan condiciones muy adversas de trabajo y que llevan a la deserción en la carrera porque tiene menores incentivos para su estudio.
"En los espacios de formación docente hay cada vez menos estudiantes y esto no quiere decir que la carrera esté pasada de moda, como se dijo alguna vez. Tiene que ver con que el trabajo docente requiere de una revisión para poder fortalecer esa carrera. Hay muchas cosas que revisar en ese sentido", agregó Fainsod.
El proyecto de Finocchiaro, aseguró entonces, no consolida el derecho a la educación, sino que "regula el derecho a huelga", "estigmatiza a los docentes", fragmenta a la comunidad educativa porque los enfrenta con las familias. Algo que, en última instancia, "invisibiliza" todos los reclamos por los que la educación alcanzó un estado de emergencia.
Por último, Fainsod aseguró que las discusiones en torno a la mejora de la educación entendida como derecho debe ir por otro lado: "La presencia no garantiza la calidad", sentenció.