La utilización de la capacidad instalada (UCI) en la industria manufactura fue del 54,5 por ciento en junio, según informó Indec. El tercer peor registro del año, detrás de enero y marzo. La baja utilización de máquinas e infraestructura está vinculada con la cuasi parálisis de la actividad productiva, en especial en el terreno de las medianas y pequeñas industrias. La UCI se ubicó así 14 puntos por debajo que igual registro de 2023 (niveles tan bajos solo se evidenciaron durante la pandemia).
La UCI es calculada como un promedio sectorial de 600 a 700 empresas de la industria manufacturera consultadas por Indec. Los años más críticos de este relevamiento fueron 2020 y 2019, durante la crisis terrible de la pandemia la medición promedió el 55,7 por ciento en el año (3 puntos más que la medición reciente) y en el último año de crisis económica del Gobierno macrista alcanzó 59,4 por ciento. Ocurre que la caída que se da en la actualidad ya viene acarreando reiteradas crisis y años bajos de crecimiento económico, con lo cual indica que se achica mucho y cada vez más el tamaño del aparato productivo doméstico.
Ante esta fuerte recesión autoinducida, el Gobierno no ensaya ninguna respuesta política; considera que es necesaria, o más bien, niega su existencia, hablando de un rebote, cuando la caída de la producción manufacturera en el sexto mes fue de 20,6 por ciento interanual, según la última información de Indec. Las suspensiones, reducción de turnos, adelantos de vacaciones y los despidos son el correlato más trágico y difícil de revertir de la actual coyuntura.
A nivel sectorial, algunas ramas de la actividad presentaron una UCI inferior al del promedio de junio. En primer lugar la producción de tabaco, cuyo ratio fue de 35,4 por ciento y marcó un derrumbe respecto a los niveles de un año atrás y también del último mes. La crisis que atraviesa el sector está vinculada con la caída del poder de compra de las personas y también con los cambios desregulatorios impulsados a partir del DNU 70/2023. En segundo lugar aparece la industria automotriz con una UCI del 39 por ciento (26 puntos inferior a la de un año atrás) que en buena medida se vió influenciada por la crisis del sector (la producción acumuló una caída del 24,3 por ciento a julio, según los últimos datos de Adefa, y pérdidas del 18 por ciento en las ventas) y por una menor cantidad de días hábiles debido a los feriados puente.
La elaboración de productos de caucho y plástico, íntimamente ligada al complejo automotriz por la confección de neumáticos y al resto de la industria a través de los envases, registró una UCI de 39,4 por ciento en el sexto mes. También anotó una caída de 16 puntos respecto a la medición de junio de 2023. Edición e impresión se ubicó en un 41,3 por ciento de UCI, un sector muy golpeado por la caída de las ventas internas.
Las otras tres ramas de la actividad con muy bajo nivel de UCI son las arquetípicas de la crisis actual. En primer lugar, la industria metalmecánica con un ratio del 42 por ciento (25 puntos debajo que un año atrás) que da cuenta del deterioro en la elaboración de máquinas y herramientas para la industria en general, difícilmente alguien piense en renovar capital en medio de esta crisis. En segundo lugar aparecen los productos textiles: otro sector duramente golpeado por la crisis de Javier Milei, con caída en las ventas que repercuten sobre toda la cadena de valor y llevaron la UCI al 43,9 por ciento (20 puntos abajo que en junio de 2023). Por último, los productos minerales no metálicos operaron con una UCI del 46,8 por ciento (28 puntos más baja que un año atrás) dando cuenta de la parálisis en la actividad de la construcción.
Los sectores a los que no les va tan mal en el Gobierno de Milei exhibieron una UCI superior al promedio. Se trata, en el plano más alto, de la refinación de petróleo, industria que va dando sus frutos de la mano de los progresos en Vaca Muerta fundamentalmente: la UCI fue de 80,8 por ciento en junio de este año. Las sustancias y productos químicos, en buena medida empujadas por la elaboración de agroquímicos cuya demanda se vio impulsada en la comparación interanual dado que no hubo sequía, y arrojó una UCI de 66,3 por ciento. La industria del papel y cartón tuvo una UCI de 60,4 por ciento, la actividad en este sector está muy ligada con otro sector de esta lista: la producción de alimentos y bebidas, que por ser esencial no se ha visto tan deteriorada en términos comparativos por la crisis actual, la UCI aquí alcanzó un 59,4 por ciento.
Finalmente, en las industrias metálicas básicas la UCI fue de 56,6 por ciento, superior al promedio general pero muy por debajo de los registros previos (24 puntos abajo), lo cual muestra bajos niveles de producción tanto en el sector de la siderúrgica –con la suspensión en Acindar como caso saliente- como en la fundición de metales: es una industria base que abastece a todo el resto del sector. Cabe aclarar que en estos últimos sectores mencionados (los superiores al promedio) la UCI igualmente fue más baja que los registros de junio de 2023, toda una crisis generalizada.