El área sembrada de maíz caería un 21%, o el equivalente a 2 millones de hectáreas durante la próxima campaña por la incertidumbre del clima y el impacto de la chicharrita, según estimó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). "De materializarse estas primeras intenciones de siembra, no habría habido una reducción relativa de área de esta magnitud en 17 años en este cereal", señaló el trabajo.
Desde el ciclo 2014/2015 el maíz tuvo nueve campañas consecutivas en las que el área no paró de crecer hasta el reciente 2023/24 cuando marcó un record de siembra. "Las razones de esta caída son varias, pero el principal protagonista de este quiebre es una bacteria, el Spiroplasma kunkelii, transmitida a través de la chicharrita", indicó el informe.
“De materializarse estas primeras intenciones de siembra, no habría habido una reducción relativa de área de esta magnitud en 17 años en este cereal; esto es, desde la campaña 2008/09", señala el informe de la BCR.
En el norte del país los rindes cayeron entre un 50% y 70% y las pérdidas van del 25% al 60% del área total cultivada, mientras que Chaco y Santiago del Estero son las dos provincias más afectadas.
"Allí manifiestan que esta campaña es definitoria para gran parte del sector: no pueden fallar este año para seguir en negocio de la producción agrícola", advirtieron. En estas provincias se está manifestando una caída en la intención de siembra del maíz de 50 a 80%.
En el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, las pérdidas de área (superficie que no pudo ser cosechada) por los efectos de la chicharrita van del 20 al 35%. La caída en la intencionalidad de implantación manifestada va de 30 a 50% en las zonas mencionadas.
Siguiendo la información brindada por el SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la caída en la intención de siembra de maíz estaría en torno de 30%. Lo mismo se manifiesta en la región núcleo.
El centro y sur de Buenos Aires y la provincia de La Pampa no han registrado el impacto del achaparramiento que conlleva la chicharrita en los rindes de la campaña 2023/24 y, en principio, manifiestan una intención de siembra 2024/25 similar a la de la campaña precedente.
La chicharrita afecta principalmente a las siembras tardías y los peores efectos se han visto en los lotes sembrados después del 10 de diciembre.
La Bolsa de Cereales precisó que "en la campaña 2023/24 se sembró el 65% del maíz en forma tardía, esto es, después del 15 de noviembre".
Esto lleva a que se dependa aún más de las lluvias de septiembre y octubre en un año en el que se espera que comience a actuar una "Niña" moderada a partir de septiembre/noviembre.
"Es muy importante entender que las intenciones manifestadas pueden cambiar ante buenas lluvias, o su ausencia", afirmó el informe.
El portal especializado Agroverdad señala, en relación al informe de la BCR, que "en recorridas realizadas por el interior de la provincia de Córdoba, en diálogo con productores y profesionales, la situación es dispar. El experto en plagas Daniel Igarzábal admite que habría una merma de área pero no traza un panorama alarmista".
Da cuenta, además, de que en el Centro de la provincia, "hay productores que no modificarán su rotación 50/50 con maíz/soja o que su reducción puede llegar a ser ligera".
"Faltan todavía algunas semanas para terminar de definir los planes de siembra y bien podría decirse que la moneda está en el aire. Más que la plaga de la Chicharrita, es probable que mayormente influyan las condiciones climáticas y lluvias que se vayan presentando", concluye el comentario del portal cordobés.