El consumo masivo, en pequeños almacenes y grandes supermercados, anotó en julio su séptima caída intermensual consecutiva, según relevamiento privado. Si bien las ventas aminoraron 0,2 por ciento respecto al mes anterior, se ubican un 10,6 por debajo de los niveles de un año atrás. El brutal aumento de precios de comienzos de año, sumado al deterioro de los ingresos de la población explican la mala performance de un sector esencial para la vida humana.

En julio el consumo masivo se ubicó 10,6 por ciento abajo de los niveles en igual mes del año anterior. Mientras que respecto al mes anterior bajó 0,2 por ciento, esta es la séptima caída intermensual consecutiva (desde diciembre de 2023) que da cuenta de un sector que permanece ahogado, si bien este deterioro en las ventas no se profundizó en el séptimo mes. Desde la consultora Focus Market, encarga de esta medición señalaron que si bien las compras por parte de las familias son menores a un año atrás, ya no se verifica caída en los promedios de todas las categorías relevadas.

Puntualmente, la categoría bebidas avanzó en su consumo luego de caídas en los meses previos.

"Julio es un mes bisagra en el consumo masivo en Argentina”, advierten desde la consultora. Si bien no aclaran por qué razón, la explicación podría encontrarse en la propia argumentación del Gobierno que asegura –en base a un puñado de indicadores- que la actividad se encuentra en un ciclo de recuperación.

Por otro lado, en la comparación regional el informe distingue la tendencia de las ventas en el interior del país, que evidenciaron un leve aumento del 0,1 por ciento en el mes respecto al mes anterior, versus los centros comerciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) que exhibieron una caída del 0,8 por ciento contra junio. En el promedio las ventas ponderadas marcaron una caída de 0,2 por ciento en el mes.

Así, el consumo masivo mostró en julio una atenuación en su caída mensual.

Ahora bien, en términos interanuales la tendencia es la contraria: una baja mucho más abultada en el interior del país que en el Amba. La caída del consumo masivo duplica en el interior del país a la reflejada en el Amba, una hipótesis que podría explicar esto es la mayor dependencia del empleo público –duramente castigado por la gestión Milei- y de estos ingresos en el total familiar. De modo que la caída del gasto en consumo fue más notoria: 12,4 por ciento interanual en el interior contra 6,7 en el Amba.

Precios heterogéneos

De acuerdo con la medición de la consultora, los precios de los productos que componen la canasta de consumo masivo aumentaron 2,1 por ciento en julio.

“En los puntos de venta abundan las promociones, ofertas y descuentos para mover stock disponible en almacén en las grandes empresas de consumo masivo”, señaló su director Damián Di Pace. Como vienen registrando desde hace meses atrás: “incluso en las categorías congelados, higiene, cuidado y accesorios del hogar hemos verificado bajas de precios en promedio a los efectos de incentivar las ventas. Varias empresas mantienen sus precios congelados intentando acercarse a una nueva demanda con restricción en el ingreso”.

En detalle, el promedio de artículos pertenecientes al rubro de Alimentos tuvo un aumento del 2,3 por ciento en el mes, las Bebidas treparon 2,9 por ciento, mientras los productos del Cuidado personal subieron 1,7 y los artículos de Limpieza 0,6 por ciento.

En tanto, hubo deflación en el segmento de Congelados del 2,6 por ciento, en Higiene personal del 1,5 por ciento, en Cuidado del auto y hogar de 0,2 y Accesorios del auto y hogar de 0,1, de acuerdo a la medición de Focus Market.