“No aprendimos nada”. Esa es la primera respuesta de Jessica Fernández Bruera, integrante de la Multisectorial de Humedales de Rosario, que en estos días vive un intenso deja-vu del año 2020, porque las quemas de los humedales del delta del Paraná ya empezaron. Así lo confirmó el director del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, Matías de Bueno. Hubo incendios frente a Villa Constitución, al sur la provincia de Santa Fe, en unas 500 hectáreas, una superficie similar en las islas que están frente a Arocena y Gálvez, en el centro de la bota, y algunos focos frente a Rosario. 

El 1° de agosto, la Multisectorial de Humedales denunció focos de incendio frente a San Lorenzo, 20 kilómetros al norte de Rosario. "Volvimos a ver una postal conocida: fuego y humo provenientes del territorio de islas, audios y videos con pedidos desesperados de vecinos que lo sufren de cerca, y por la noche, el olor de la vida perdida", compartió la Multisectorial. 

Mientras tanto, y ante un pronóstico de escasez de lluvias en los próximos meses, los gobiernos de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos se reunieron para coordinar acciones y en mayo, la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos brindó capacitación a  funcionarios, en una reunión que también se anunció como una coordinación inter jurisdiccional entre el personal del Plan Manejo del Fuego de ambas provincias.

Fernández Bruera es categórica: "No hay más ni mejores herramientas para prevenir y controlar el fuego. Además, estamos en un contexto que implícitamente habilita que se pase con la topadora. Sólo han cambiado detalles, que quizás no están íntimamente vinculadas con el fuego". 

Se trata de una novedad judicial: la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso extraordinario presentado por el empresario Enzo Mariani, en el marco de un juicio por usucapión sobre 807 hectáreas donadas por Carlos Deliot a la Municipalidad  de Rosario hace 90 años. Esta decisión cerró la disputa por el territorio, pero esos terrenos, de la reserva Los Tres Cerros, todavía no se restituyeron a Rosario. "Está indirectamente vinculado con el fuego porque sabemos que los grandes cabecillas de los feudos del territorio de Entre Ríos están íntimamente ligados al avance agropecuario que usa al fuego como herramienta", sigue Fernández Bruera. Lo que más les preocupa, como a sus pares entrerrianas, es la implicancia del Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), que "habilita mucho más a que el fuego sea una herramienta mucho más concreta". 

Es que en las islas, el fuego se utiliza para limpiar el campo, y lograr que crezcan nuevas pasturas. "Si tenés un campo en la isla y utilizás el fuego para su limpieza, sos un delincuente", enfatizó De Bueno en distintas radios santafesinas.

Para la Multisectorial de Humedales, es un "dato no menor que los focos vuelven a aparecer en lugares donde ya han aparecido. Y aunque las causas fueron y serán esquivas, sí hay factores que hacen al hecho: la continua falta de control sobre el territorio, y la lentitud y escasez de recursos a la hora de combatir las llamas, hecho que creímos superado tras los recientes anuncios de los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos".

Por eso, desde la Multisectorial alertan sobre el desfinanciamiento de los organismos que deben ocuparse de prevenir y sofocar los incendios. "Estamos en un contexto en  el que no hay plata de Nación para las provincias, las instancias medioambientales fueron las primeras a las que les retiraron los fondos, todo lo que tiene que ver con territorio, cuerpo y género quedó desfinanciado, con lo cual dudo mucho que existan recursos económicos para luchar o prevenir", analiza. 

Su pregunta está dirigida, directamente, a los gobiernos de Entre Ríos y Santa Fe. ¿Cuáles son los fondos que se están destinando para prevenir el fuego? "No hay que llegar a la instancia del incendio para ver cómo se combate, la idea es prevenirlo y no basta con formar a los bomberos, tenés que hacer un trabajo mucho más profundo en el territorio, con los habitantes", señala. 

Lo que se debe atacar, sostiene Fernández Bruera, es "una estructura económica que está extremadamente afianzada" y deslinda. "Son los habitantes y también los dueños, hay una estructura de patrón y de quienes trabajan la tierra. Uso la palabra feudo en el sentido en que lo hace Macarena Romero Acuña, investigadora del Conicet, que forma parte de la Multisectorial. Ella insiste mucho en esta estructura, en la que hay apellidos que conocemos que se remontan a papeles de hace 100 años", abunda. 

En el listado de quienes explotan esas tierras, figuran Anibal Román Baggio, con 1.027 hectáreas, Enzo Rómulo Mariani con 2762, y luego se repiten los apellidos Risso y Casanova, Muller, con distintos nombres de pila. Eduardo Passadore, Marina Ricciardi  y María José Gabirondo son otros propietarios. 

Los humedales son espacios protegidos por el Convenio Internacional de Ramsar,  en función de su importancia como reservorio de biodiversidad, al brindar alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies de peces, algunas de ellas migratorias. Para la activista, "lo que queda es volver a poner el cuerpo en la calle porque es necesario volver a lo fundamental, volver a volver a preguntarse, cuál es la idea del progreso".