Con un tanto del uruguayo Edinson Cavani, Boca Juniors se impuso 1-0 este jueves ante Cruzeiro en La Bombonera, por el duelo de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Como en cada cita copera, fue colorido, estruendoso y conmovedor el recibimiento que tuvo en La Bombonera el conjunto de Diego Martínez, que arrancó algo asfixiado y con dudas en las salidas por la presión de su rival, pero que avisó con un centro de Advíncula que no pudo conectar Merentiel y un remate bombeado de Cavani, ambas con atenta intervención del arquero Cássio, suerte de "cuco" de Boca.

Pero Cruzeiro -que contó con argentinos en sus filas como el capitán Lucas Romero, Alvaro Barreal y Lautaro Díaz- presionaba con riguroso éxito a partir de tener su última línea bien adelantada y de un mediocampo aceitado, en el que sobresalían la recuperación de Walace y el buen pie de Pereira. 

La disposición táctica y la permanente movilidad de los brasileños obligaban a Zenón -desdibujado por la franja izquierda- y a Medina -más abocado a la marca que a la creación- a jugar retrasados y apurados, algo que los desconectaba bastante con los uruguayos de arriba.

Sobre los 20 minutos, "Pol" Fernández "cacheteó" a Pereira, quien exageró la situación con una aparatosa caída y se armó una trifulca generalizada que acabó con sendas amarillas para los mencionados. Enseguida, "Chiquito" Romero tapó un remate de Díaz, que estaba en offside.   

Boca no prosperaba y necesitaba que Saralegui y Zenón se enchufasen, que Merentiel no se retrasara tanto y que Lautaro Blanco incursionase más ofensiva por su franja. En el medio, el dominio del juego continuaba en poder de los de casaca blanca, que no parecían arredrarse ante el incansable aliento de la parcialidad azul y oro. 

Recién minutos antes de ir al descanso, el local mejoró: Lema ganó confianza, Fernández repuntó en la recuperación, Blanco se animó un poco más y la enjundia de Merentiel encendía a la tribuna.

El ingreso de Martegani en el complemento le dio más dinamismo al sector izquierdo, ya con Zenón por derecha. Cruzeiro mantenía la presión inicial, pero el control del juego pasó a manos del Xeneize, que llegó al gol tras una gran jugada colectiva que inició el mismo Martegani y siguió con la exquisita asistencia de Zenón para que Cavani hiciera explotar de alegría -y alivio- a su gente.

Luego el palo le negó el segundo a Cavani y en el rebote Cassio le ahogó el grito a Zenón -que levantó notoriamente su nivel- con una atajada formidable. Más tarde, en un inexplicable quedo boquense, tuvo acción "Chiquito" con atajadas ante el ingresado Jorge y a Díaz. 

Pero Boca le sacó jugo a lo hecho en el complemento, se quedó con el primer chico y dirimirá su suerte dentro de una semana en Belo Horizonte.