La diputada nacional de Unión por la Patria Florencia Carignano cruzó por la 750 al presidente del bloque dele PRO en el Congreso, Cristian Ritondo, tras la polémica que se suscitó luego de su pedido de privilegio en plena sesión para pedir por el esclarecimiento del rol de Gerardo Milman en el atentado a Cristina Kirchner.

Carignano señaló en plena sesión la inconsistencia de que esté sentado en su banca un diputado que tiene “tantas pruebas en un expediente” que lo involucra con el atentado a la exvicepresidente. Y más, que lo esté haciendo en el mismo momento en el que, en Comodoro Py, la exmandataria declaraba como víctima.

Entrevistada por Víctor Hugo Morales, la diputada explicó su posición a la hora de realizar la dura denuncia: “Yo leí libros, la causa, hablé con abogados. No me basé en pensamientos míos, sino en la declaración de su secretaria”.

Entre otras tantas cosas, alega que Milman tuvo varias actitudes sospechosas: días antes del atentado presentó un proyecto de ley misterioso pidiendo datos sobre su custodia, alertó sobre la posibilidad de un falso atentado y aseguró que “sin Cristina Kirchner” puede haber peronismo.

Pero hay más: se reveló que en pleno proceso judicial un asesor de Patricia Bullrich le formateó el teléfono a él y a sus secretarias y un testigo aseguró que lo escuchó decir, en un bar a pocos metros del Congreso, que cuando a Cristina Kirchner la mataran, él estaría camino a la costa.

Es decir, para Carignano, así como para la exvicepresidenta, “hay un montón de pruebas que no se quieren investigar y que lleva a que Milman es uno de los autores intelectuales del intento de asesinato a Cristina Kirchner”.

De esta manera justificó el cruce con los referentes de la presunta oposición alineada con el Gobierno: “Hay un montón de preguntas que la Justicia debería hacerse. Pero como la Justicia no lo quiere saber, yo quiero saberlo. Y ya que estaba ahí, él me tendría que haber contestado”.

Pero a su encuentro salió el jefe de bancada Ritondo, quien aseguró que a Carignano le debería dar vergüenza ser mujer y haber estado en el Gobierno de Alberto Fernández. Ante esto, la diputada contestó: “Me tendría que haber contestado con verdades, no con insultos machistas. Atacan con violencia porque no tienen verdades. No tienen para defenderse. Él lo tenía que defender a Milman, no atacarme a mí”.