Dos diputados turcos se agarraron a las piñas este viernes en el Parlamento. La pelea se produjo en el marco de un debate sobre el exdiputado Can Atalay --preso tras ser destituido por una sentencia judicial por intentar "derrocar al Gobierno"--, consignaron agencias internacionales. Hay, al menos, una diputada herida.

El Parlamento turco se había reunido en sesión extraordinaria, convocada por la oposición, para debatir el caso de Atalay. El exlegislador tiene en su contra una condena firme por haber participado de las multitudinarias

protestas antigubernamentales de 2013.

La tensión se disparó cuando el diputado Ahmet Sik, compañero de Atalay en las filas del partido izquierdista TIP, acusó de "total falta de vergüenza" a los parlamentarios del partido islamista AKP, que gobierna Turquía desde 2002.

Un tumulto obligó a suspender la sesión, pero al reanudar Sik su discurso, un diputado del AKP se abalanzó sobre él, dándole golpes de puño y desatando una pelea multitudinaria, informó el diario turco Cumhuriyet.


La diputada Gülistan Koçyigit, del partido izquierdista DEM (antes HDP) resultó herida tras los enfrentamientos. Incluso, quedó un rastro de sangre en el suelo del hemiciclo, precisaron los medios locales.

Atalay había sido destituido en enero de este año, mediante la lectura en el Parlamento de la sentencia a 18 años de cárcel confirmada por el Tribunal Supremo. 

Sin embargo, el Tribunal Constitucional declaró en varias oportunidades que al momento de ser electo diputado --en mayo de 2023-- la sentencia aún estaba recurrida y Atalay gozaba de inmunidad, por tanto, la condena sería nula.

Tras publicarse esta decisión en el Boletín Oficial el 1 de agosto pasado, la oposición convocó el Parlamento, ya en receso, a una sesión extraordinaria para restituirle el escaño a Atalay mediante la lectura de esta sentencia.

El AKP, sin embargo, se opuso de manera rotunda y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, respaldó la decisión del Tribunal al Supremo contra el Constitucional. Esta situación causó una enorme polémica, ya que puso en duda la autoridad del Tribunal Constitucional.

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