El fiscal Carlos Rívolo solicitó este viernes al juez Julián Ercolini que el teléfono celular del expresidente Alberto Fernández sea analizado no solamente en relación a la denuncia por violencia de género que efectuó Fabiola Yáñez, sino también en la causa por presunta corrupción en los seguros.
Por ese caso ya habían sido requisados los celulares de María Cantero, secretaria de Fernández, y de su esposo, el broker Héctor Martínez Sosa, sospechado como beneficiario en la adjudicación de pólizas. El teléfono de Fernández no había sido requerido. Justamente, en el teléfono de Cantero surgieron diálogos con Yáñez en los que la exprimera dama afirmaba sufrir golpes de parte del exmandatario.
Ercolini separó el material sobre probable violencia de género y eso derivó en la declaración de Yáñez desde España a partir de una invitación del magistrado. En un caso de violencia de género no se puede actuar de oficio, sino ante la denuncia de la víctima. Yáñez accedió y declaró por Zoom.
Eso llevó a que Ercolini prohibiera a Fernández todo tipo de contacto con su expareja, además de prohibirle la salida del país. Yáñez adujo que el expresidente la hostigaba después de la orden de restricción. Eso llevó a pedirle el celular por parte del fiscal Ramiro González, sorteado junto con Ercolini para ocuparse de la causa derivada del caso de los seguros.
Queda pendiente el peritaje del celular de Fernández para saber si hubo algún tipo de hostigamiento contra Yáñez, y saber si se buscará en el aparato información sobre los brokers de seguros.