José de San Martín es, sin duda, el ladrillo más firme de la argentinidad. En el país de las grietas múltiples, es unánime el respeto a su figura. Podemos encontrar referencias elogiosas en un espectro tan amplio que es sorprendente: desde el Che Guevara hasta Jorge Rafael Videla, pasando por todo el centro, y el propio Juan Domingo Perón que lo adoraba.

Nació en 1778 y se fue a España a los seis a