Ucrania continuó este viernes su ofensiva en la región rusa de Kursk mientras Rusia consolidaba sus avances en el frente oriental, en una contienda que adquiere el cariz de un duelo para asestarle al enemigo el golpe más doloroso posible en distintos teatros de operaciones. Si en Kursk las tropas ucranianas mantienen en tensión a las fuerzas rusas, en el Donbás, en frente oriental la situación es a la inversa.

Aunque Kiev no ha informado de momento sobre las acciones de sus tropas en la región de Kursk, de los partes del mando militar ruso se desprende que no cesan los intentos de las fuerzas ucranianas de ampliar el territorio ruso bajo su control.

Una negociación justa

"Necesitamos infligir a Rusia importantes derrotas tácticas. En la región de Kursk podemos ver claramente cómo se está utilizando la herramienta militar de manera objetiva para persuadir a Rusia de que inicie un proceso de negociación justo", escribió en X Mijailo Podoliak, consejero del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

Para las autoridades de Kiev, una paz justa incluye la retirada de las tropas rusas de Ucrania y el restablecimiento de la integridad territorial del país en sus fronteras internacionalmente reconocidas.

El consejero presidencial destacó que la ofensiva ucraniana en Kursk, que comenzó el pasado día 6, es también un "importante instrumento para influir en la opinión publica de Rusia, que comienza a cambiar a medida que la guerra se adentra en su territorio".

Según los últimos datos ofrecidos por Kiev, las fuerzas ucranianas controlan en la región de Kursk más de 80 localidades y un territorio de 1.150 kilómetros cuadrados.

El Ministerio de Defensa ruso informó que el Ejército del país ha repelido varios ataques esa región fronteriza y ha bombardeado posiciones enemigas en la vecina provincia ucraniana de Sumi, desde donde Kiev lanzó su incursión terrestre, la primera que sufre Rusia en su territorio desde la Segunda Guerra Mundial.

Crimea bajo ataques

En el frente sur, Ucrania intentó atacar con misiles y lanchas no tripuladas la anexionada península de Crimea, según denunció el mando militar ruso en Telegram.

"Esta noche los sistemas de defensa antiaérea repelieron un ataque masivo de doce misiles tácticos ATACMS de fabricación estadounidense contra el puente de Crimea. Todos los misiles fueron destruidos", se afirma en el parte castrense.

Rusia mantiene su avance 

Mientras tanto las autoridades del distrito ucraniano de Pokrovsk, en la región de Donetsk, admitieron este viernes que las tropas rusas se encuentran a solo a 10,5 kilómetros y reiteraron la recomendación de evacuar la zona.

Volodímir Zamotaev, el jefe de la administración del distrito, cuya capital homónima contaba antes de la guerra con unos 60.000 habitantes, declaró que la situación es ahora mismo "amenazante".

El jefe militar de la localidad de Mirnograd, Yuri Tretiak, afirmó a su vez que en la ciudad, situada entre Pokrovsk y el frente, quedan todavía 20.000 civiles, 1.000 de ellos niños e instó a la población a marcharse los antes posible.

Según el Estado Mayor del Ejército ucraniano, en las pasada jornada se registraron 144 combates en todo el país, de ellos 41 ataques enemigos en el sector de Pokrovsk, donde Rusia ha progresado de forma lenta pero firme en las últimas jornadas.

El Ministerio de Defensa de Rusia informó a su vez de que las fuerzas rusas se hicieron con el control de la localidad de Serguiivka y continuaron su avance hacia la ciudad de Kramatorsk, unos de los principales bastiones ucranianos en la región de Donetsk.

Desde Serguiivka las tropas de Moscú tienen a Kramatorsk a tiro de cañón, ya que están separadas por apenas diez kilómetros.