”Es el momento de convocar en Newell's a una asamblea extraordinaria”, solicitó la agrupación opositora Unen. La dirigencia que preside Ignacio Astore zozobra por el descalabro deportivo del primer equipo y se abre la incertidumbre en el parque Independencia. El miércoles la Lepra jugará octavos de final de Copa Argentina ante Central Córdoba y la oposición aplazará para luego de este compromiso la discusión sobre el futuro del club.
Astore asumió en Newell’s con el respaldo, entre otros, de la agrupación Unen. Pero rapidamente sus socios políticos dieron un paso al costado ante el rechazo del presidente de recibir colaboración. Esa incapacidad de sumar voces a la gestión tuvo como mayor consecuencia la renuncia de dirigentes, entre ellos el vicepresidente Pablo Allegri. Astore hizo campaña junto a Julio César Saldaña, pero el ex jugador, en su función de manager, duró semanas, frustrado por la falta de confianza a su labor.
Y hay quienes en el parque Independencia aún esperan la promesa de la auditoría contable para conocer la situación financiera en la que se encontraba la institución al asumir la directiva. Astore ni siquiera designó un interlocutor para hablar con los barras y asumió su relación con los violentos en una cruda declaración ante la Justicia, días atrás, donde dio detalles hasta de los pagos que realizó.
El presidente leproso no se apoya en nadie y los resultados de su gestión son una muestra cada vez que el primer equipo sale a la cancha. Por eso la oposición ya no está dispuesta a dialogar en reuniones informales y le solicta a la directiva el llamado de una asamblea extraordinaria para debatir el futuro del club. Un reclamo por el cual se insistirá después del partido del miércoles en San Nicolás por Copa Argentina, dado que allí el primer equipo pone el juego la última ilusión del año.