En el país donde todo sube pero la inflación baja, y donde los tarifazos ya ponen a la propia clase media entre pagar la luz y el gas o los tipos de comida, continúa o proseguiría la ficción de entretenerse mediante fuegos artificiales. No importa si algunos o varios de ellos se sustentan en hechos veraces o verosímiles.
Como sintetizó este diario, el viernes, en el copete de la nota de portada a