Mientras la oposición se encarga con creces de llevarse todas las marcas y durante las últimas semanas las cámaras le apuntaron las 24 horas del día, en el oficialismo las internas no tienen descanso y los dirigentes continuaron peleándose. La disputa central en este momento ubica en un bando a Karina Milei y a Santiago Caputo y del otro lado a la vicepresidenta Victoria Villarruel, pero la dupla más cercana al presidente también está enemistada con el exmandatario Mauricio Macri y con la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello. Al mismo tiempo, no se descarta que exista cierta tensión entre Karina y Santiago Caputo. Todo eso, claro, sin contar las internas que proliferan en los pequeños, pero no por eso menos revoltosos, bloques oficialistas en el Congreso. Milei, mientras a su alrededor se pelean todos contra todos, sigue planificando sus viajes al exterior --en los próximos días visitará México-- y sus charlas magistrales que volvió a dar con las luces bajas. Los ojos de la Casa Rosada, sin embargo, esta semana estarán posados en lo que ocurrirá con los fondos reservados de la SIDE. Lo que ocurra con el DNU que los habilitó y con la conformación de la comisión bicameral de Inteligencia que los deberá controlar, será una prueba de fuego para Santiago Caputo. 

Quienes conocen al expresidente hace años dicen que en la intimidad él "putea contra todos", pero que el mandatario no estaría peleado con Macri, tampoco con Pettovello --a quién considera su amiga-- y tampoco se sabe bien qué le pasa con Villarruel, más allá de los deseos de ruptura de su hermana, a la que le hace caso en todo. Algunos consideran que, tarde o temprano, Milei volverá a bajar la tensión con su vice y se sacarán otra foto juntos. Otros son más pesimistas y dicen que, con sus cercanos, Milei no deja de hablar mal de ella.

Durante los últimos días, el enfrentamiento entre la Casa Rosada y Villarruel quedó expuesto por la no invitación al acto que el viernes encabezó Milei con los jefes de las Fuerzas Armadas, un sector, por definición, afín a ella. Se esperaba que los dos, el Presidente y la vice, estén juntos allí y compartan una foto durante la entrega de sables, pero Villarruel nunca apareció. Tampoco viajó a Mendoza, donde iba a participar de la conmemoración del aniversario de la muerte de San Martín. Dijo que tuvo "problemas de salud". 

En su entorno, en tanto, señalaban que no había ido al acto con Milei el viernes porque no fue invitada. "Le hubiese encantado acompañar a las Fuerzas Armadas, como siempre, pero desde Presidencia y el Ministerio de Defensa no la invitaron", disparaban. "Ella quería acompañar a quienes fueron compañeros de su padre y de su abuelo", insistían en su entorno para meter el dedo en la llaga. Cerca del Presidente se defendían: "No hubo ni un solo ataque a Victoria, invitó el ministerio de Defensa", repetían y, como ejemplo de que las invitaciones no las cursó presidencia, subrayaban: "Fue López Murphy. Eso es prueba suficiente de que las invitaciones no las cursamos nosotros".

El jefe de gabinete, Guillermo Francos, fue el que salió a hablar on the record. “No conozco el detalle, pero según entiendo, por lo que me dijo el ministro de Defensa, Victoria estaba invitada al acto. Creo que las cosas son las relaciones normales entre un presidente y su vicepresidente. A veces acuerdos totales y sustanciales y a veces con diferencias de opiniones en algunos temas. Son dos dirigentes políticos que cumplen roles institucionales diferentes y cada uno hace el suyo”, indicó y, en diálogo radial, agregó: “A veces se hacen muchas especulaciones. Puede (Villarruel) tener diferencias, no coincidir con el armado de La Libertad Avanza, pero eso no quita que no haya conformado una propuesta presidencial que armó fundamentalmente el presidente Milei con ella, cuando fueron diputados nacionales y fue cuando fueron la fórmula que ganó las elecciones”.

Durante el fin de semana también hubo un sugestivo tweet de la secretaria general de la presidencia, en el que compartió una supuesta frase de San Martín que decía: "La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder". En las redes sociales, donde los trolls libertarios se pelean entre ellos según el bando al que pertenezcan, interpretaron que eso era un mensaje teledirigido para la vice. La cuenta con seudónimo que le atribuyen a Santiago Caputo añadió: "Lo único peor que la soberbia es la soberbia injustificada".

La conformación de la bicameral  

Uno de los mayores puntos de tensión para la Casa Rosada durante las próximas jornadas, sin embargo, girará en torno a qué pasará con la conformación de la bicameral del Inteligencia en el Congreso, que podría concretarse el martes. "Acá hay mucha bronca con ese tema", dicen en Casa Rosada. Ocurre que, según consigna el artículo 37 de la Ley de Inteligencia nacional, esa comisión es la encargada de "supervisar y controlar los 'Gastos Reservados'". Es decir, es la que controlará qué hace el gobierno con los 100 mil millones de pesos que Santiago Caputo consiguió para la SIDE.

Villarruel quiere que esa comisión la presida el senador Enrique Martín Goerling Lara, muy cercano a ella y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, mientras que Caputo quiere que el elegido sea el senador peronista de Entre Ríos, Edgardo Kueider. Kueider, luego de votar a favor de la Ley Bases, está muy cerca de La Libertad Avanza. Si bien el senador fue elegido para su cargo por la boleta de UxP en 2019, los rumores consignan que habría pedido al oficialismo ser candidato de Milei el año que viene en Entre Ríos. 

Los que entraron a jugar también son los radicales. Ellos decían que tenían un acuerdo con el gobierno para que la presidencia de esa comisión quede en sus manos y se quejaban porque no lo respetaron. Por eso comenzó a crecer el rumor de que Martín Lousteau podría llegar a un acuerdo con UxP y quedarse él con la presidencia de esa comisión clave.

Agustín Romo, el legislador bonaerense cercano a Santiago Caputo y que suele merodear por los pasillos de la Casa Rosada, se encargó de sentar postura en las redes sociales sobre el tema: "Lousteau oficializa su vuelta al kirchnerismo: está queriendo acordar con el kirchnerismo por la comisión bicameral de inteligencia. Tranza en un tema sensible para la seguridad nacional con los que pactaron con Irán", dijo.

Durante las últimas semanas Caputo mantuvo distintos diálogos, no solo con Miguel Ángel Pichetto, sino también con Emiliano Yaccobiti, cercano a Lousteau, por el tema de los fondos reservados. Ambos le habrían asegurado que no irían en contra de sus planes en ese tema, pero todo pareciera indicar que ahora no cumplirán con su palabra. "Yacobitti no es Lousteau, es más vivo", dicen algunos que aseguran que "el gobierno está muy enojado con lo de Martín". 

Otro que está enojado con la conformación de esa bicameral es Emilio Monzó. Si bien Pichetto dialogó con Caputo y con Martín Menem sobre el tema, no logró conseguir un lugar para su bloque. El que salió a hacer público el enojo fue, sin embargo, Nicolás Massot. "Este es un gobierno dicotómico. Más allá del histrionismo y la agresividad, tiene una agenda de ordenamiento macroeconómico que comparto, pero una agenda institucional vinculada a los servicios de inteligencia que es de las peores que hemos tenido", disparó en diálogo radial y añadió que no cree que "un gobierno, como este, nutrido de la casta política, pueda reformular la SIDE con el mismo recurso humano de siempre". Además, dijo que hay un "abuso absoluto de la figura del decreto", y que no tiene sentido habilitar esos fondos "cuando estamos a un mes de discutir el presupuesto". 

El miércoles habrá sesión en Diputados y quedará en claro quiénes levantan la mano y quiénes no para acompañar al gobierno en un tema tan sensible. También quedará a la vista el poder de negociación, o no, del asesor estrella del Presidente.