Por quinta vez en menos de tres meses y sin dar detalles al respecto a pesar de que pesan sendos pedidos de información sobre el tema, el gobierno de Javier Milei vuelve a sacar del país reservas en lingotes de oro, que estaban resguardados en las bóvedas del Banco Central (BCRA).
El operativo fue detectado nuevamente a través de trascendidos que luego se fueron confirmando y que finalmente se evidenciaron con los mismos procedimientos que las veces anteriores: camiones de caudales salieron de la sede de la entidad monetaria con rumbo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Según la información, esta vez se transportaron alrededor de 1500 lingotes por un valor aproximado de 250 millones de dólares. El destino sería Londres, la capital del Reino Unido donde el Ministerio de Economía destinó los cargamentos anteriores, tal como lo admitió el propio ministro Luis “Toto” Caputo.
Las movidas de Caputo
“Es una movida muy positiva porque le permite al país obtener retornos por esa colocación que no se podrían hacer de otra manera", dijo el mes pasado el titular del Palacio de Hacienda al ser consultado por esos embarques.
Esa fue la única vez que un funcionario del gobierno de Javier Milei habló al respecto: admitió la salida del oro del país, dijo que lo utilizará para obtener ganancias en dólares (de los que no llegan a través de inversiones) y minimizó la posibilidad de que sean embargados.
Todo ocurre bajo severos riesgos para la Argentina. El Estado tiene dos juicios activos en el exterior, uno es por la estatización de YPF y el otro es por causa del Cupón PBI. Si la Justicia extranjera lo decidiera, esos lingotes de oro que son bienes y resguardos del Estado nacional podrían ser embargados.
Sin información
Según trascendió, el cargamento que partió en camiones de caudales desde el Banco Central rumbo a Ezeiza viajará al exterior en un vuelo de British Airways. Todo a cielo abierto y sin que el gobierno responda las requisitorias que legisladores de la oposición plantearon a través de pedidos de información pública.
El gobierno de Milei no informa cuál es la cantidad de lingotes que salió del país, cuál es el costo de cada uno de ellos, cuál es el valor de lo que se transportó en estos cinco cargamentos, bajo qué características comerciales, cuál es el destino, cuáles son las ganancias que obtendría el Estado ni cuáles son las garantías de que no serán embargados.
Esas y otras dudas figuran en el pedido de información pública que el diputado nacional y titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó cuando puso al descubierto esa operatoria.
Según los datos publicados el mes pasado por el Banco Central, en las bóvedas hay 1.98 millón de onzas troy de oro valuadas en unos 4.500 millones de dólares. En las últimas horas, parte de esa cantidad se fugó del país.